CARTA ABIERTA
Por medio de Mario Delgado, este viernes se sabrá la decisión que López Obrador ha tomado sobre el futuro de su estado natal al conocerse el nombre de la candidata, o candidato, a la gubernatura. A diferencia del proceso presidencial, no habrá ruptura al estilo Ebrard. A quienes no obtengan la nominación les quedan los llamados premios de consolación en las boletas electorales.
La disciplina partidaria imperará porque en Tabasco manda el presidente y no hay para dónde hacerse, porque todas las encuestas marcan como amplio favorito al partido guinda. Es decir, no hay margen para que algún despistado busque hacerse fuerte desde la oposición o de los partidos satélites de Morena. Aquí no hay de dos sopas, hay sólo de una: la disciplina institucional.
Si Javier May es el elegido se vendrá un fuerte golpe de timón en una tierra donde el ‘adancismo’ dominó la escena política desde 2018, año del triunfo electoral de Adán Augusto López. Con seguridad habrá una recomposición política encabezada por un adversario directo del exsecretario de Gobernación. Y es aquí donde empiezan a surgir las interrogantes sobre cuál ruta tomará.
Algunas de las preguntas en el aire local: ¿iniciará una etapa de revanchismo para acotar, perseguir o hasta castigar a todo lo que huela a ‘adancismo’?, ¿entrará en pugna o querrá imponerse al gobernador Carlos Manuel Merino, entendiendo que este ha sido un aliado leal de Adán Augusto?, ¿querrá llevarse el ‘carro completo’ en la asignación de las candidaturas a cargos de elección?, ¿hará una limpia en el partido, empezando por la dirigente estatal Tey Mollinedo?, ¿apostará por la inclusión, la pluralidad?
Ahora bien, May ha prometido un gobierno de conciliación, y es aquí donde se cifran las esperanzas de evitar una involución política. Más, cuando se sabe que AMLO tendrá a Tabasco como su centro de operación una vez fuera de la presidencia.
Por lo que toca a Yolanda Osuna, hay plena confianza en que la alcaldesa con licencia encabezará un gobierno alejado de las pugnas partidistas. Si ella es la elegida, con seguridad habrá una alternancia de terciopelo, un cambio de mando sin mayores sobresaltos, sin convulsiones políticas.
Como presidenta municipal de Centro, Osuna mostró tener la capacidad de gobernar con seriedad, responsabilidad y transparencia. Teniendo a Fernando Calzada como responsable de los dineros públicos, jamás se supo de un solo acto de corrupción en su administración. A diferencia de otros aspirantes, jamás se involucró en algún pleito público y mucho menos se prestó a una ‘guerra sucia’ o ‘campaña negra’ contra alguno de sus adversarios. Porque en realidad nunca los tuvo.
Como una mujer respetada y respetable, Osuna se manejó en la línea de una política de Estado, buscando servir a la sociedad sobre la base de los resultados y el trabajo duro. Sin aspavientos, sin arranques demagógicos, caminó con responsabilidad y sin protagonismos. Y, lo más importante, jamás se le vio con una desesperación tal como si en la obtención de la candidatura le fuera prácticamente la vida.
Si Osuna es la elegida, es muy posible que Tabasco transite los próximos seis años por una ruta de prosperidad en el marco del diálogo dentro y fuera del partido. Aunque afín a Adán Augusto, no hay visos de que ella se convierta en una incondicional o algo parecido. Así lo demostró en la Alcaldía y así lo haría en la Gubernatura.
Del anuncio de hoy viernes en Morena se derivarán todos los movimientos políticos en los próximos meses, incluyendo los de la oposición. Es tal la fuerza del morenismo en Tabasco, empezando por López Obrador, que es imposible no entender como el resto del espectro partidista se verá impactado.
Por eso es que López Obrador no puede estar ajeno a un suceso tan importante para el porvenir de su estado. Esto dicta el más mínimo sentido común.
: LA RÚBRICA
Este arroz ya se coció: el delegado de Programas para el Bienestar en Tabasco, Daniel Casasús, será el candidato de Morena a la Presidencia Municipal de Centro. No hay que buscarle tres pies al gato.