CARTA ABIERTA
Contra lo que muchos suponían, o deseaban en un afán rupturista, Javier May y Adán Augusto siguen manteniendo el diálogo sobre la repartición de las candidaturas para la elección del 2 de junio. También para el resto de los cargos de importancia, como es la Rectoría de la UJAT.
La asistencia de Javier May Rodríguez al Cuarto Informe de Guillermo Narváez Osorio confirma la reelección para un nuevo periodo en la Rectoría de la UJAT, dejando en el camino a una maycista de hueso colorado, como es la directora de la División de Ciencias de la Salud, Miriam Carolina Martínez López, a quien muchos veían como la segura próxima rectora.
El acuerdo para que un no maycista se quede otros cuatro años en la UJAT revela que Adán Augusto y Javier May, Javier May y Adán Augusto, siguen teniendo acuerdos de alto nivel que decidirán el futuro político de Tabasco.
En esa misma sintonía, es necesario recordar también la reciente reelección del adancista Enrique Priego Oropeza como presidente del Tribunal Superior de Justicia, y la permanencia sin sobresaltos de otro integrante de este mismo grupo político: Nicolás Bautista Ovando, fiscal general del Estado.
Esto significa que Adán Augusto sigue teniendo influencia en la vida política estatal, acordada desde luego con Javier May. Cuando los maycistas deseaban que su líder usara la aplanadora para avasallar a su adversario político interno, en realidad se ha dado paso al consenso. Y esto sólo puede ser posible con la intervención directa del presidente López Obrador.
Sabiendo que May se llevará la mayor parte del pastel, como en su momento lo hizo Adán como candidato primero y luego como gobernador morenista, es evidente que los acuerdos están a la orden del día.
A pesar de que Memo Narváez es el hombre más contento de la UJAT en este momento, en otros horizontes morenistas permea el nerviosismo al preguntarse si acaso alguno de los aspirantes electorales adancistas será sacrificado. Es decir, May habría ‘cedido’ la UJAT, pero a cambio de otros espacios relevantes en las boletas.
Es innegable que Narváez tiene todo el afecto de Adán, de lo contrario este no habría metido las manos al fuego por su causa. Y como ya se dijo, el exdirector de Fonatur dejó en el camino a una gran amiga suya como es Miriam Carolina, una mujer que tenía todos los méritos académicos y profesionales para dirigir la Máxima Casa de Estudios de Tabasco.
Habrá que ver cuántos adancistas más logran quedarse en cargos importantes en el próximo gobierno morenista de Javier May. Más allá de que el presidente les haya ordenado fumar a ambos la pipa de la paz, no deja de ser importante que el exdirector de Fonatur muestre disposición al diálogo con su principal contrincante interno.
Para quienes suponían que Adán era un cadáver político insepulto, los hechos demuestran que está operando y se mantiene activo. Aunque sea tras bambalinas.