CARTA ABIERTA
Horas negras para el PRI tabasqueño. La postulación embarrada de Erubiel Alonso como diputado plurinominal por la segunda demarcación nacional, a la que no pertenece Tabasco, ha estado repleta de reclamos, desánimo e incredulidad de los barones regionales, mostrando a una dirigencia nacional acusada de falta de democracia interna y de la imposición de amigos y compadres en las listas pluris al Senado y al Congreso federal, dadas a conocer la mañana del jueves.
El mensaje de Alejandro Moreno con la inclusión del dirigente nacional de Movimiento Territorial en las listas pluris ha sido recibido como un claro desdén a las fuerzas vivas del tricolor en Tabasco, representadas mayormente por Andrés Granier y su hijo Fabián, quienes en conjunto lograron la mayor parte de la votación obtenida por el tricolor en los comicios intermedios de 2021.
La postulación de Erubiel por una demarcación que además no corresponde a su lugar de origen, ha dejado con las manos vacías a cuatro personajes que parecían tener muchos más merecimientos partidistas: el propio Dagoberto como dirigente estatal, Fabián Granier por el visible apoyo ciudadano, Soraya Pérez Munguía, una política inteligente que sabe debatir en las grandes ligas del Congreso de la Unión, y Pedro Gutiérrez, un expresidente del partido que esperaba la oportunidad de trascender al plano nacional tras ocupar diversos cargos de importancia en la estructura partidista.
La inconformidad general de los barones y las baronesas del tricolor en Tabasco ha permeado en las redes sociales y en los chats privados del partido, hablando de las consecuencias que traerá la imposición de un político desacreditado al interior, pero que tiene la gran ventaja de haber seducido a ‘Alito’ por medio de quemarle incienso.
La mayoría de las opiniones compartidas por los priistas advierten de la pérdida del registro electoral en las elecciones del 2 de junio, en el entendido de que no existe ya algún motivo para salir a partirse el lomo por sus siglas. La queja constante habla de “estafa y engaño” a la genuina voluntad de la base militante.
Otras reflexiones, como la del consejero político Sofonías Alcudia, exsecretario particular del entonces líder del PRI, Gustavo de la Torre Zurita, dan cierta esperanza de que la desaparición del partido no suceda, siempre y cuando se logre la alianza con el PRD y el PAN. En su óptica, es imprescindible que los tres colores vayan juntos a fin de darle una batalla electoral digna a Morena. En este entendido, plantea la declinación de Juan Manuel Fócil para que Lorena Beauregard sea la abanderada común. Por ahora, Alcudia señala que la segura coalición con el PAN es insuficiente en términos electorales.
Admite que la inclusión de Erubiel en el quinto lugar de la segunda circunscripción nacional ha sido un duro golpe para la mayor parte del priismo en Tabasco, ya que había otros cuadros con auténtico apoyo popular, como los casos ya descritos líneas antes.
Define a Erubiel como “ un joven jocoso, con una verborrea que marea, todo se le resbala, te abraza, te palmea la espalda, si se trata de convencerte se te echa al piso como perrito juguetón y es ‘brother’ de Alito desde la dirigencia juvenil del partido”. Asegura que como dirigente estatal, se le señaló de entregar el partido a los intereses del gobierno de Arturo Nuñez, y de vender las candidaturas para el proceso electoral del 2015. Sus resultados como dirigente del partido y como delegado del CEN en Campeche y Quintana Roo, agrega, han estado marcados por derrotas vergonzosas. Entre ellas, la de Christian Castro, sobrino de Alito, y la de Quintana Roo, donde se perdió el registro como partido.
No sólo le encanta ser candidato pluri, prosigue Alcudia, también procura, para evitar las inconformidades, postularse en territorios que no le corresponden. Por ejemplo, en 2021 lo hicieron candidato para diputado local pluri por la Chontalpa, aún cuando es de la región de los Ríos. Hoy, repite lo mismo al aparecer como candidato en la segunda circunscripción y no en la tercera , a la que Tabasco corresponde.
A reserva de cómo vengan las listas pluris locales, donde se esperaría dar espacios a los ahora apartados del Senado y las diputaciones federales, hay el ánimo de un éxodo masivo, ya sea para irse a otras siglas o para despedirse en definitiva de la política. Lo que son las cosas, así como López Obrador se ha cargado prácticamente al PRD desde que abandonó sus filas, ahora sucederá lo mismo con el PRI tabasqueño, partido de su origen pero que después fue su cruz al perder dos elecciones a la gubernatura. Así es, el presidente sería uno de los más contentos con atestiguar la desaparición del PRI de la faz del Edén.
Algo es evidente: esta fractura interna acrecentada por el caso Erubiel le va a pasar factura a todo el partido.