CHAPALEO
TRES DUDAS, o no tiene buenos asesores, están operando en contra o, la soberbia del candidato es tanta que no escucha razones, como le sucedió a Porfirio Cadena, aquel alegre bandolero de la sierra del Huajuco.
LA IDEA del aspirante a gobernador Javier May Rodríguez de presentar 50 promesas de campaña, no es mala, supuesto que van encaminadas a lograr mejores condiciones de vida para los que tenemos la fortuna de vivir en Tabasco, pero eso de agregarle otras que afectan a uno de los sectores más sensibles de la población como es la gente que va a trabajar a su lado, -si gana- como que no hacen juego con el proyecto.
ME DICEN “mis orejas” que el “cuarto de guerra” se puso al rojo vivo, hubo regaños, cuestionamientos, todo de manera sutil, porque el candidato no se deja ayudar, siente un respaldo de arriba que no lo baja del “yo soy”. El resultado fue que de inmediato convocaron a los lideres de los distintos sindicatos de burócratas y a retractarse. “Échale la culpa a quien quieras”, dicen que le dijeron.
Y AUNQUE la presencia del coordinador de vínculo con organizaciones sociales y sindicales Evaristo Hernández parezca sospechosa porque lo agarraron de apaga fuego en las dos reuniones urgentes con los grupos burócratas, lo cierto es que, por su cargo, a él le tocaba y de inmediato se puso a zurcir el daño, antes de que le echaran la culpa de tal exabrupto.
LA VERDAD es que no veo a un Javier May perdedor, una porque existe la seguridad de que el dedo divino volverá a hacer su gracia y otra porque los opositores no ofrecen mucha resistencia.
Y CLARO que hay más, mucho más, pero por hoy me voy, no sin antes comentarles que el Colegio de Abogados Tabasqueños denunció una presunta omisión por parte del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana que por alguna razón no ha presentado la información relacionada con los aspirantes a cargo de elección popular, como son su currículum y las alianzas entre los partidos políticos. Otros documentos que faltan por entregar son: los certificados médicos que demuestren que no son bebedores de alcohol en horas de trabajo, ni mentirosos, ni misóginos, ni golpeadores de mujeres ni adictos a ninguna droga y por supuesto los papelitos de la OSFE que comprueben que no se clavaron ni un solo billete en los cargos públicos que desempeñar On.