El TÍO VIVO
La soberbia es una mala consejera y más cuando lo que se busca, antes que construir puentes, necesarios en la política, es avasallar al adversario, minimizando su capacidad o representatividad. Es decir, cuando se asume que el contrario, por ser minoría, no tienen derecho a expresarse o ser escuchado.
La frase que, en el marco de la discusión por la reforma constitucional para que la Guardia Civil, forme parte de la SEDENA, esgrimió el coordinador de la bancada de Morena en el Senado, Adán Augusto López Hernández, pasa más allá de ser un asunto en el que existen posiciones distintas, para convertirse en la síntesis de como algunas personas conciben la lucha de partidos en el país.
Como estrategia, el aún presidente Andrés Manuel López Obrador se dedicó un día sí y otro también, a descalificar las voces de quienes se ubicaron en la oposición. Todavía en los últimos días de su gobierno, los siguió calificando como “nuestros adversarios”. Sin embargo, la autoridad moral, la simpatía, el respaldo popular que mantuvo AMLO durante su sexenio, le permitió el uso de tales expresiones que no necesariamente sirven igual a quienes hoy están en los espacios de representación popular por parte de Morena.
Construir un México nuevo, requiere de la participación de todos, Claudia Sheinbaum ha expresado en varias ocasiones que el suyo será un gobierno para todos y a partir de esa premisa, es que se deben buscar consensos, iniciar diálogos, construir puentes y alcanzar acuerdos. El avasallamiento por el simple hecho de tener la manera de hacerlo, solo agranda las brechas entre las partes y deja afrentas que tarde o temprano generan conflictos.
López Hernández ha sido opositor y sabe lo que eso significa, también ha sabido cómo utilizar la herramienta de la construcción de acuerdos, desde que era funcionario priista y el responsable de “arreglar” las inconformidades de una parte de la población. Hoy, desde su posición (privilegiada) que se ganó como el 4º lugar de las corcholatas presidenciales, tiene la ineludible responsabilidad de colaborar en la construcción de acuerdos, antes que ahondar en las diferencias. Es por el bien de todos, es por el bien de México…
Antes de bajarnos del caballito…
La innecesaria reubicación del Reloj Floral, del sitio que ocupó por muchos años en Tabasco 2000 y que por el capricho del efímero edil de la capital del estado Pancho Peralta, se mandó al malecón Carlos A. Madrazo, para que, por las obras del malecón (otro capricho sexenal) se ubicara en su sitio actual, es un sinónimo de la falta de planeación y de lo expuestos que estamos los ciudadanos a las ocurrencias. Afortunadamente, lo que hoy se aprecia de cómo va a quedar la obra, parece que lucirá mejor que en su anterior ubicación. A esta administración municipal le tocó componer lo que otros echaron a perder, cosas de los tiempos de la política…