CHAPALEO
De la misma forma en que cada fin de año nos hacemos buenos propósitos para cumplirlos en los doce meses siguientes y que por lo general no cumplimos porque en el transcurso del camino surgen otras necesidades, lo mismo ocurre con los nuevos gobiernos que se ven obligados a darle prioridad a lo prioritario.
Para los tabasqueños es tanta la emoción por la llegada de un político conocedor de la realidad de su pueblo, que ya hasta le perdonamos que haya tomado posesión del cargo a gobernador unas horas antes del mandato constitucional.
Javier May Rodríguez se echó a cuestas 50 promesas, claro, de ellas varias son de orden federal, como es la vía férrea Huimanguillo-Dos Bocas, allá en Paraíso o las autopistas Macuspana-chable y la Villahermosa-Frontera, proceso al que hay que reconocerle su intervención, más las muchas otras que no dejan de ser importantes.
Repito, el nuevo gobernador de los tabasqueños es un político hecho en el esfuerzo de la realidad, por lo que con esa confianza no debe importarnos la forma como llegó al cargo, sino apoyarlo en su proyecto para que al final de los dos mil ciento noventa días que ocupará ese puesto no critiquemos, sino alabemos su trabajo.
Y CLARO que hay más, mucho más, pero por hoy me voy, no sin antes compartirles que no estoy en Villahermosa, ando de viaje, celebrando mis primeras 80 floridas primaveras…Y voy por otras 80…salúúúú.