CARTA ABIERTA
Las intensas lluvias de los últimos días han puesto a prueba la infraestructura y la capacidad de respuesta de Tabasco. Aun con las graves afectaciones en comunidades de varios municipios, las obras de los últimos años, en protección y el desazolve de ríos, han impedido que la población se enfrente a las mismas devastadoras escenas de 2007.
En esa ocasión, el 80 por ciento del territorio estatal fue dañado, dejando más de 800 mil damnificados. Hoy, la historia parece ser distinta por el esfuerzo conjunto de los tres niveles de gobierno, colaborando para mitigar hasta donde es posible el impacto de la torrencial temporada anual de lluvias en la región Tabasco-Chiapas.
Durante el sexenio de López Obrador, la atención a las obras de protección y el dragado de ríos fue prioritaria.
Coordinados por la Conagua y la Marina, en los gobiernos estatales de Adán Augusto López y Carlos Manuel Merino se usaron estrategias que han reducido la vulnerabilidad de muchas comunidades.
El director regional de la Conagua, Felipe Irineo Pérez, ha jugado un papel crucial en la supervisión y ejecución de estos trabajos, buscando que los daños por las crecientes sean cada vez menores.
La respuesta del gobernador Javier May Rodríguez ante las afectaciones de las últimas horas es un reflejo de esta coordinación entre los distintos niveles de gobierno.
Con instrucciones claras, se activaron los protocolos de emergencia para garantizar la seguridad de la población vulnerable, destacando la colaboración con los alcaldes. La alcaldesa de Centro, Yolanda Osuna, ha sido particularmente activa en la entrega de apoyos a familias afectadas, enfocada siempre en que los daños sean menores.
Sin embargo, la responsabilidad también recae en la ciudadanía. La acumulación de basura en alcantarillas, como ha señalado el obispo Gerardo de Jesús Rojas, sigue siendo un factor que agrava el problema.
Por otra parte, el exgobernador priista Andrés Granier recordó en sus redes sociales las lecciones aprendidas desde la gran inundación: «Hace 17 años, el 27 de octubre de 2007, Tabasco sucumbió ante el agua, pero salimos juntos adelante». Esta reflexión recuerda su liderazgo en todos los frentes, como lo revela esa gráfica donde se le ve con el agua hasta las rodillas, supervisando las zonas dañadas.
Y bien. Aunque las obras federales y estatales de los años recientes han servido para prevenir desastres como el de 2007, nadie puede asegurar que no se repetirán.
Las condiciones climáticas siempre representan un desafío y debemos estar preparados.
A medida que avanza la temporada de lluvias, Javier May sigue aplicando su estrategia en la gestión de desastres, cumpliendo las normativas en colaboración con los presidentes municipales. Ya se verá qué resultados entrega al terminar este ciclo de tormentas.
Por ahora, ante lo que se viene, no está de más recordar aquella sentencia del Químico Granier: “Duerman tranquilos, pero estén alertas”.
: LA RÚBRICA
Lo sucedido el fin de semana en Tabasco, con el asesinato de nueve personas, marca una de las jornadas más violentas en los últimos dieciocho años. Estos hechos, que incluyen enfrentamientos en Villahermosa y Comalcalco, no pueden ser ignorados. Es momento de apoyar al gobernador Javier May en su estrategia de seguridad, que ahora se enfrenta a una prueba crítica. Los tabasqueños desean paz en medio de un clima de peligro e incertidumbre que afecta a todos. La violencia lastima a las víctimas y genera un ambiente que a nadie conviene. Ante esta situación de miedo, las autoridades tienen que redoblar sus esfuerzos para restaurar la seguridad y la confianza… La petición de la Asociación Tabasqueña de Periodistas, ATP, para establecer una Ley de Protección a Periodistas en Tabasco es un llamado a la acción, ante la creciente preocupación por la seguridad y la integridad de quienes ejercen el periodismo en el estado. Con 20 entidades ya dotadas de este marco legal, Tabasco no puede quedarse atrás en la defensa de la libertad de expresión. El presidente de la ATP, Luis Antonio Vidal, planteó esta necesidad durante el 68 aniversario de la agrupación, un recordatorio de que los periodistas tabasqueños continúan expuestos a amenazas y riesgos. Además, la propuesta de una Plaza dedicada a la libertad de expresión, presentada ante la alcaldesa Yolanda Osuna, subraya la importancia de visibilizar y honrar el trabajo periodístico. La ATP destaca por su lucha por la protección legal; también por reconocer a aquellos que han contribuido al engrandecimiento de la agrupación. La ceremonia de reconocimiento a miembros destacados refleja la unidad y el compromiso de una comunidad que, a pesar de las adversidades, sigue firme en su misión. El único ‘prietito en el arroz’ fue la nada grata presencia de Paolo Orrico, quien tiene de periodista lo que López Obrador tiene de panista. Por lo demás, bien por los galardonados: Miriam García, “siempre infatigable promotora de la ATP en Emiliano Zapata”; Martín Castillo Cervantes, delegado en Cárdenas y Huimanguillo, “siempre combativo”; José Manuel López Mazó, delegado en Cunduacán, “por su gran trayectoria”; Juan Hernández, “por su lealtad y firme entrega a la ATP, en los momentos de altibajos”. Hubo un post mortem a Daniel Becerra Conde delegado en la Región Sierra, “siempre participativo, siempre orgulloso de pertenecer cer a la ATP”.