CARTA ABIERTA
El ataque armado en el DBar ha desatado una serie de reacciones entre las autoridades y la sociedad, planteando soluciones como la reducción del horario de cierre de los centros nocturnos a las 12 de la noche. Sin embargo, esa medida, aunque bien intencionada, no aborda la raíz del problema: la lucha por el control de territorio, señalada por el propio fiscal general del Estado.
José Barajas Mejía ha dicho que los crímenes de seis jóvenes y las heridas a diez más no fueron por el desorden asociado al horario de operación de los bares, sino a una disputa entre dos grupos rivales que buscan hacerse con el control de la plaza.
La violencia en Tabasco, como en muchas otras partes del país, está motivada por la guerra entre organizaciones del crimen organizado, no por la venta de alcohol a altas horas de la madrugada.
A pesar de que algunos sectores de la sociedad, incluidos legisladores y analistas, se enfocan en la necesidad de regular los horarios de funcionamiento de los bares, lo cierto es que esta propuesta se queda en la superficie del problema.
La diputada del PRD, Orquídea López Yzquierdo, lo dijo con claridad: la reducción del horario de los centros nocturnos ya está contemplada en la ley, pero no se cumple. Esta es la clave del asunto.
Por supuesto, los antros en Tabasco, como en muchas otras partes del país, son lugares donde la ley es sistemáticamente ignorada.
Todo esto es cierto: 1) la persistente violación de la Ley de Alcoholes por parte de propietarios y clientes, 2) la falta de vigilancia, 3) la venta de alcohol fuera de horario, 4) la presencia de menores de edad en ambientes donde se consume alcohol y drogas, y 5) la violencia entre grupos delictivos dentro de los mismos bares.
Ello se debe a la permisividad de las autoridades y a la falta de sanciones efectivas.
Pero reducir el horario de cierre de los bares y antros no es la solución a actos de violencia como el de DBar.
Es una medida superficial que no atacará el origen de los conflictos.
La inseguridad en Tabasco no es un tema de horarios, sino de una falta de control sobre los grupos delictivos.
¿De qué sirve limitar los horarios si, por ejemplo, otros actos violentos en Tabasco se han dado a plena luz del día, antes de la medianoche?
La seguridad en los bares y antros es sólo una parte del problema, y la reducción de horarios no garantiza que los parroquianos dejen de ser víctimas de la violencia.
En realidad, aunado a estas nuevas medidas, lo importante es reforzar las estrategias de seguridad en las calles.
El objetivo debe ser tener un entorno general de seguridad, donde, como dijo el diputado morenista Marcos Rosendo Medoina Filigrana, los jóvenes tengan derecho a divertirse sin miedo.
Como ha señalado el fiscal Barajas, es necesario reforzar un plan conjunto entre autoridades federales y estatales, para que lo sucedido la madrugada del domingo jamás se repita.
: LA RÚBRICA
Vaya pena ajena la del senador tabasqueño Oscar Cantón Zetina, quien ante las amenazas de Trump de imponer aranceles a México, ha planteado que nuestro país cambie a China por EE.UU, como su principal socio comercial. En realidad, hay que ser un ignorante para siquiera imaginar que México puede romper la primera relación comercial del mundo por otra con el gigante asiático. Si supiera un poquito de economía y geografía política, entendería la barbaridad que ha dicho. El morenista es uno de los que presume asesorar a la presidenta Claudia Sheinbaum… El anuncio del gobernador Javier May de realizar 120 cirugías gratuitas de cataratas, a través de jornadas de atención en diversos municipios, es una acción positiva en favor de los más vulnerables. En un estado con altos índices de pobreza, iniciativas como estas permiten que personas de escasos recursos, que de otro modo no podrían costear una cirugía, tengan la oportunidad de recuperar la vista y mejorar su calidad de vida. El apoyo de May es innegable, pero más allá de las cirugías, lo que se necesita es garantizar que estos programas sean sostenibles y que lleguen a todas las personas que realmente lo necesitan. Las jornadas de atención deben acompañarse de una estrategia más amplia que ofrezcan soluciones puntuales, que mejoren el acceso a servicios de salud de calidad para todos los tabasqueños, en especial en áreas rurales y marginadas.