Villahermosa.- En el marco del 96 aniversario del Partido Revolucionario Institucional (PRI), su presidente en Tabasco, Miguel Barrueta Cambrano, respaldó con firmeza la iniciativa “Ley Antichapulín”, propuesta por la diputada federal Abigail Arredondo Ramos. Esta iniciativa busca evitar que los legisladores plurinominales cambien de partido durante su mandato, garantizando así el respeto al voto ciudadano y fortaleciendo la transparencia en el sistema político.
Barrueta Cambrano, acompañado del diputado local Fabián Granier Calles, destacó ayer lunes que esta reforma constitucional es una respuesta a la creciente demanda de la sociedad por un sistema político más justo y representativo. “El PRI ha sido el constructor de las instituciones que hoy sostienen a México, y esta iniciativa refuerza nuestro compromiso con la democracia y el respeto a la voluntad de los ciudadanos”, afirmó.
La propuesta plantea modificaciones a los artículos 52, 54, 56, 116 y 122 de la Constitución, con el objetivo de asegurar que las diputaciones y senadurías plurinominales sean designadas por los partidos políticos y no electas directamente. Además, busca cerrar vacíos legales que han permitido la sobrerrepresentación y la formación de mayorías artificiales en el Congreso.
“Los legisladores deben mantenerse fieles a los principios por los que fueron electos. Esta reforma no solo fortalece la estabilidad en el Congreso, sino que también protege el equilibrio en la representación de los mexicanos”, añadió Barrueta Cambrano.
La iniciativa también cuenta con el respaldo de otros líderes priistas, como la dirigente del ONMPRI, Viridiana Pardo Vázquez; la Secretaría de Jurídico y Transparencia del CDE, María Jesús Vidal Domínguez; y el Secretario de Innovación Digital del CDE, Luis López Esteban, entre otros.
Con la “Ley Antichapulín”, el PRI busca garantizar que el Congreso refleje fielmente la voluntad de los ciudadanos, evitando que los cambios de bancada alteren el equilibrio legislativo y favorezcan intereses particulares. “Esta reforma es una exigencia de la sociedad, que demanda un sistema político más transparente y respetuoso de las decisiones tomadas en las urnas”, concluyó Barrueta Cambrano.