Carta Abierta
La imposición de aranceles selectivos del 25%, que entran en vigor a partir de este martes 4 por parte del Gobierno de Donald Trump, puede desencadenar una crisis inmediata en México.
La primera señal fue la devaluación del peso, reflejo de la fuga de capitales y la desconfianza de los mercados.
Esto es el preludio de un gran reto para el Gobierno de Claudia Sheinbaum, sabiendo que la economía mexicana creció solo un 1% en el último año, el porcentaje más bajo desde 2009.
La medida ‘trumpista’ golpea a un país que depende en un 80% del comercio con EE.UU. Sectores clave –automotriz, electrónico y agrícola– enfrentarán costos elevados, pérdida de competitividad y riesgo de desempleo.
Los aranceles agrícolas adicionales amenazan con afectar a las regiones rurales, ya que las exportaciones mexicanas (aguacate, tomate, frambuesas, fresas, arándanos, pimientos, hortalizas) sumaron 43 mil millones de dólares en 2023.
La inflación, ya en aumento con un 5.2 por ciento analizado hasta febrero, podría acelerarse, erosionando el poder adquisitivo de los más pobres.
Mientras Canadá amenaza con represalias equivalentes, su posición es más sólida: cuenta con estabilidad macroeconómica, diversificación comercial y un PIB per cápita tres veces mayor al de México. El país norteamericano puede absorber mejor los costos de una guerra comercial. México, en contraste, tiene limitaciones.
Una respuesta agresiva con contrararanceles podría agotar recursos sin garantizar victorias, especialmente ante un socio que parece estar dispuesto a escalar la disputa.
Claudia ha asegurado tener planes A, B y C, y, bueno, ha llegado ese momento que nadie en su Gobierno quería: ponerlos en marcha.
El Gobierno necesitará medidas urgentes, porque el mayor peligro para el régimen morenista será la combinación de recesión económica y un malestar social ante posibles despidos masivos en el aparato productivo.
Una respuesta poco clara alimentaría críticas de la oposición y desconfianza ciudadana, especialmente si persisten la devaluación del peso y el alza de precios.
No hay que olvidar que el pretexto de Trump para los aranceles a México y Canadá es el trasiego de fentanilo y otras drogas, además de la creciente inmigración ilegal a los Estados Unidos.
México enfrenta esta tormenta en medio de una enorme presión para hacer más concesiones. Trump quiere cada vez más.
La capacidad de Sheinbaum para ejecutar una estrategia inteligente será clave para evitar una recesión, y al mismo tiempo, no confrontarse directamente con el presidente estadounidense.
El mensaje de Trump parece claro: no basta con la extradición de 29 narcotraficantes, quiere algo más para eliminar los aranceles; quizá varias figuras políticas de mucho peso relacionadas con la expansión de los cárteles. Sería algo inédito e histórico.