CARTA ABIERTA
¿Qué hace que un municipio con unos índices de violencia repentina y creciente en los últimos cinco meses y medio comience a respirar cierta tranquilidad? La respuesta, dada por el gobernador Javier May, es una combinación de inteligencia estratégica, coordinación interinstitucional y el respaldo federal.
Más allá de los números, ¿qué hay detrás de esta caída del 85.7% en homicidios dolosos en la capital tabasqueña?
Lo cierto es que los datos son irrefutables: de 42 asesinatos en febrero a solo 6 en los primeros días de marzo. Si bien ninguna es aceptable, el promedio diario de 1.8 muertes ha disminuido a 0.4, y muchos días han transcurrido sin un solo homicidio.
Esto no es casualidad.
La Fuerza Interinstitucional de Reacción Táctica (FIRT) Olmeca ha sido clave, pero también lo ha sido la colaboración entre niveles de gobierno, incluyendo a la alcaldesa de Centro, Yolanda Osuna. Aunque su municipio carece de un cuerpo policiaco propio, su apoyo y colaboración oficial de muy diverso tipo ha sido crucial para articular estrategias locales con las acciones estatales y federales encabezadas por May.
¿Pero qué tan replicable es este modelo en otros estados? Aquí radica el quid de la cuestión. El éxito reciente de Tabasco no se basa en saturar las calles de policías, sino en atacar las causas profundas de la violencia, según explicó el gobernador.
El enfoque incluye atención social, fortalecimiento institucional y operativos tácticos. Es un enfoque integral, pero también dependiente de una alta coordinación política.
El papel de la presidenta Claudia Sheinbaum, por medio del brazo de Omar García Harfuch, tampoco es menor. Su cooperación con Tabasco ha sido explícita, y el respaldo federal ha marcado la diferencia.
Sin embargo, ¿cuánto tiempo podrá mantenerse este nivel de compromiso financiero y logístico desde la Federación? Este es un reto crítico para garantizar que el actual ambiente de cierta paz no sea efímero.
¿Qué lecciones deja Centro para otros municipios igual de golpeados por la violencia? Lo primero es que no hay atajos.
El uso de inteligencia sobre la fuerza y la coordinación interinstitucional son fundamentales.
Pero también lo es la voluntad política de todos los actores involucrados.
¿Será suficiente para devolverle la tranquilidad a las familias tabasqueñas a largo plazo?
Como dice esa frase tan recurrida en este tipo de casos: solo el tiempo lo dirá.
: LA RÚBRICA
La propuesta para sancionar las denuncias falsas por violencia familiar, presentada por Malena Cruces, fundadora del Colectivo Nacional de Mujeres por la Igualdad, junto con Oliverio Herrera López, presidente del colectivo «Padres Presentes No Ausentes», y César Alfredo Contreras, del colectivo «Por las Niñas y Niños de Tabasco», durante una entrevista en Telereportaje con Emmanuel Sibilla, destaca un problema que requiere atención urgente. Estos activistas señalan que el abuso de las leyes de género es utilizado para extorsionar económicamente y separar a los padres de sus hijos, afectando a los menores. El caso expuesto sobre la jueza del Juzgado 2 de Tabasco, quien concede restricciones sin pruebas, evidencia la necesidad de mayor transparencia judicial. Además, la alienación parental —un fenómeno creciente— pone en riesgo el desarrollo emocional de los niños al manipularlos para rechazar a uno de sus progenitores. Cruces, Contreras y Herrera López coinciden en que estas prácticas perjudican a los hombres injustamente señalados, vulnerando los derechos de los niños a convivir con ambos padres. Su propuesta incluye establecer sanciones proporcionales para quienes formulen acusaciones falsas y responsabilizar a los abogados que incentivan estas acciones. Este planteamiento busca un sistema más equilibrado, donde las herramientas legales protejan sin convertirse en instrumentos de venganza. Reconociendo la importancia de las leyes de género, también urge priorizar el bienestar infantil mediante la creación de un Instituto Estatal de los Niños y Niñas, como proponen estos activistas en su lucha por restablecer la justicia y equidad en las
familias tabasqueñas.