CARTA ABIERTA
La senadora panista desató un rosario de ataques contra Adán Augusto en la sesión del 14 de mayo. Lo acusó de “huachicolero fiscal”, vinculándolo sin pruebas con cárteles y cuestionando su viaje a París (“¿Cuánto costó su primera clase…?”, “¿con qué cárteles está usted asociado…?”). La sonorense empleó un tono desafiante. Sin embargo, el tabasqueño enfrentó la embestida con serenidad.
El coordinador de la bancada morenista rechazó cada imputación con hechos y humor: “No me apellido Téllez… me apellido López”, ironizó al rechazar su asociación con cárteles, y subrayó su legitimidad electoral: “No pacté con nadie. Fui gobernador de Tabasco… el más votado en la historia del estado”.
Cuando Téllez intentó convertir el debate en espectáculo, él la puso en su lugar al referirse a la cuestión como un intento de “convertir al Senado… en una telenovela más de su canal favorito”.
Más aún, lanzó un dardo certero a su pasado como periodista: “Aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Aunque se disfrace de senadora, nunca dejará de ser empleada de la televisora (TV Azteca)… No tiene ni siquiera la autoridad moral”.
En cada réplica exhibió control de escena: usó refranes populares (como dice la canción, ya supérame”) y datos concretos para desbaratar acusaciones, manteniendo el dominio del encontronazo verbal.
La tensión aumentó. Llegó a decretarse un receso.
De regreso, Téllez apuntaba más acusaciones, pero él contestó paso a paso sus señalamientos.
Este rifirrafe público reafirmó la solidez discursiva de Adán, ya que la cabeza fría ante los ataques prevaleció.
Al cerrarse el turno, muchas de las acusaciones de Téllez habían sido desmentidas o puestas en duda. Es decir, la legisladora terminó envuelta en la agresividad de sus propios planteos.
Esta escena consolida a Adán como un peso pesado dentro de Morena. Su desempeño en el Senado –exponiendo temple y capacidad de respuesta– sumó puntos en su imagen pública.
Para los estudiantes de ciencia política, el duelo ejemplifica cómo el uso estratégico del lenguaje y el autocontrol fortalecen a un político ante la controversia.
Más allá del impulso mediático inmediato, el exgobernador demostró que la solidez argumental y el dominio del escenario legislativo son dos de sus armas más importantes cuando le toca enfrentar a sus adversarios externos… y también a los internos.
: LA RÚBRICA
La despenalización del aborto hasta las 12 semanas, aprobada por el Congreso de Tabasco, constituye un acto de profunda irresponsabilidad ética que merece la más enérgica condena. La Iglesia Católica, en voz del obispo Gerardo Rojas y los padres Roberto Sánchez y Denis Ochoa Vidal, ha articulado una postura irrefutable: el aborto, en cualquier etapa, es un homicidio que vulnera la dignidad humana y el derecho inalienable a la vida desde la concepción. Legalizarlo contradice la razón, ya que la obligación del Estado es proteger a los más vulnerables. La criminal decisión de los diputados y diputadas no hace sino agravar la crisis de violencia e inseguridad al normalizar la muerte de inocentes. Los legisladores que respaldaron esta medida han traicionado su mandato de salvaguardar la vida, cediendo ante presiones ideológicas que desprecian la evidencia científica y moral. Como sostiene la Diócesis de Tabasco, el aborto, incluso en casos de violación, no es justificable, pues el valor intrínseco de toda persona prevalece… Y como si no les fuera suficiente con la despenalización del asesinato de los no nacidos, ahora surge la presión de los colectivos abortistas para extender este plazo a 24 semanas, un punto donde, como señala Efraín Rodríguez León, jurídico del Comité de Derechos Humanos, interrumpir un embarazo “puede hasta ser considerado un homicidio”. A las 24 semanas, un feto ya está prácticamente formado, con sistemas orgánicos desarrollados, lo que hace que esta pretensión roce lo inhumano. Estos colectivos, carentes de escrúpulos, parecen desoír la evidencia científica y ética que subraya la vida del no nacido. A las 5 o 6 semanas, el embarazo es detectable, tiempo suficiente para tomar decisiones responsables. La ley actual, aunque cuestionable, establece un límite razonable. Ampliarlo desafía la moral, la lógica médica, en un estado donde la infraestructura sanitaria es insuficiente y las prioridades, como la atención a pacientes con diálisis, son desatendidas en aras de dar prioridad a una agenda ideológica criminal. Los médicos, guardianes de la vida, podrían resistirse a prácticas que contradicen su vocación. Un debate riguroso sobre el valor de la vida debe comenzar ahora en el ex-Edén. Más fuerte que nunca… Ya era hora: el Partido Verde en Tabasco despierta, aunque tarde. Conocido por su pasividad y oportunismo, finalmente parece moverse, aunque sea con discursos. Históricamente, su inacción ha sido evidente, como cuando su exdirigente Miguel Vélez, ante la muerte masiva de monos araña en la ola de calor de 2024, solo donó agua embotellada. Ahora, tras el indignante caso de la perrita «Amor», el PVEM promete endurecer las penas contra el maltrato animal, reportando 27 investigaciones y 19 judicializaciones en 2025. Aunque coordinan con la Fiscalía y colectivos, su historial invita al escepticismo: ¿será genuino o solo populismo?