El PRI de Tabasco manifiesta su grave preocupación por la escalada de violencia que afecta al país y, en particular, a su estado. La vida de los ciudadanos está en riesgo constante, sin distinción de clase social, mientras las autoridades de seguridad parecen incapaces de contener el avance del crimen organizado.
El reciente asesinato de dos altos funcionarios en la Ciudad de México, en una zona cercana a los poderes de la Unión, demuestra que ni siquiera los espacios más protegidos están a salvo. Este crimen, sumado a los homicidios de candidatos en Veracruz durante el proceso electoral, refleja la profunda descomposición del Estado mexicano.
En Tabasco, la situación es igual de crítica: solo ayer se registraron cinco homicidios dolosos, cifras que desmienten los informes oficiales que intentan minimizar la crisis. Afirmar que la violencia disminuye es ofensivo para las víctimas y sus familias, quienes enfrentan la impunidad diariamente.
El PRI advierte que el deterioro institucional podría intensificarse, especialmente ante las acusaciones internacionales que vinculan a figuras del gobierno con el crimen organizado. México y Tabasco no pueden permitir que la impunidad y el colapso de las instituciones sienten un precedente irreversible. Urge un replanteamiento de las estrategias de seguridad y una rendición de cuentas clara para evitar que la violencia siga escalando. La sociedad merece respuestas concretas y acciones inmediatas.