CARTA ABIERTA
La detención del exalcalde de Macuspana, José Eduardo Rovirosa Ramírez, es un golpe de autoridad del Gobierno de Carlos Manuel Merino. La administración morenista ha decidido poner fin a un entramado de irregularidades que estuvo ajeno a la aplicación de la Justicia por más de cuatro años. En los pasillos de la Fiscalía General del Estado, encabezada por Nicolás Bautista Ovando, se habla de que este caso podría ser un preámbulo para llamar a cuentas al exgobernador perredista Arturo Núñez, quien tiene reprobada su cuenta pública de 2018.
La trascendencia político-judicial de la captura de Cuco, quien desde 2017 ya no forma parte de las filas del PRI, reaviva el clamor popular de la comparecencia de Núñez Jiménez ante la Justicia, porque no sólo dejó ese boquete financiero en el erario, sino que además emponzoñó la política tabasqueña.
Porque la caída del controvertido político macuspanense –que vio reprobadas las tres cuentas públicas de su gestión de 2016 a 2018 y una más de su mandato de 2003 a 2006 – puede que también haga saltar por los aires las tapas de esa red de alcantarillas del Estado en la que se fabricaban falsas pruebas contra ciudadanos inocentes, políticos y partidos rivales del PRD, como quedó patente en el documental “Duda Razonable”.
Para empezar, al destaparse finalmente el entramado que dirigía Cuco Rovirosa –como una especie de cacicazgo en el municipio que vio nacer al presidente López Obrador–, va a reavivar las acusaciones que en su momento hizo el entonces gobernador Adán Augusto contra Arturo Núñez, mismas que han sido refrendadas por Carlos Manuel Merino al recordar el fraude de ese helicóptero ‘fantasma’ por el que se pagaron 60 millones de pesos y la recuperación de la finca “Las Lilias”, regalada a una empresa privada.
Los mismos argumentos empleados por la Fiscalía para la captura de Cuco podrían usarse para proceder contra Núñez Jiménez, más si se tiene en cuenta que al exalcalde se le acusa por un desvío de un millón 800 mil pesos y al exgobernador por ¡cuatro mil 500! millones. Es evidente la gran diferencia entre ambos expedientes.
Además, recién se señaló al exmandatario perredista y a sus compinches de haber usado un sofisticado sistema para espiar a sus enemigos políticos y periodistas desde un lugar que no pudo ser otro que la Secretaría de Gobierno, a cuyo frente estuvieron, consecutivamente, Raúl Ojeda Zubieta y Gustavo Rosario Torres.
En la práctica, se entiende que el Gobierno del Capitán Merino está decidido a aplicar la ley en donde hayan existido evidentes irregularidades, como lo muestra la detención de Cuco, quien en el colmo de la desfachatez buscó ser alcalde por tercera ocasión con las siglas del Partido Encuentro Social.
Por eso es que en buena parte de la clase política, pero sobre todo en los ciudadanos, hay la esperanza de que el caso de Macuspana abra las puertas para que ahora salgan a la luz todas las irregularidades registradas en el pasado sexenio perredista, ese que ahora pretenden olvidar los nuevos ‘salvadores’ de Tabasco: Juan Manuel Fócil y Javier Cabrera Sandoval.
Por lo pronto, muchas explicaciones va a tener que dar Nicolás Bautista Ovando para justificar que la Fiscalía haya actuado contra Cuco, lo que es plausible, pero que se haya abstenido de hacer lo propio con Núñez Jiménez y los funcionarios de su gabinete.
: CON LAS MUJERES
En el Día Internacional de la Mujer, celebrado el 8 de marzo, el gobernador Carlos Manuel Merino aseguró que su administración promueve y protege los derechos de las tabasqueñas.
En sus redes sociales, publicó un mensaje dirigido a las mujeres de Tabasco; “Hoy, en el Día Internacional de la Mujer, nos comprometemos a promover y proteger los derechos de las mujeres. Soy un convencido de que no puede haber paz sin progreso, ni igualdad sin los mismos derechos y participación de las mujeres”.