Franja Sur
“Esta reforma nació muerta”, sostenía una y otra David Paramo, el llamado Padre del Análisis Superior, en el programa nocturno de Noticias Imagen con Ciro Gómez Leyva. El conductor dudaba, pero Paramo le insistía cada noche: “No va a pasar”, y argumentaba ampliamente sobre su predicción. Finalmente, tuvo la razón.
La reforma eléctrica del presidente López Obrador no pasó pues fue tirada anoche con los votos del bloque opositor en la Cámara baja al no alcanzar la mayoría calificada que necesitaban: dos terceras partes de los 499 legisladores que estuvieron presentes.
La pantalla electrónica sumó 275 votos a favor provenientes de Morena y sus aliados del PT y PVEM, mientras que la oposición integrada con los partidos PAN, PRI, PRD, Movimientos Ciudadano se mantuvo compacta y acumuló 223 votos, entre ellos uno de un diputado del PVEM.
Así, mientras en el bando de Morena siga esa actitud beligerante, esa postura de arrogancia, inmodestia y lo que le sigue, en el Congreso los mexicanos seguiremos observando descalificaciones, gritos y sombrerazos, cero diálogos y acuerdos, esencia de la política y la democracia.
Lo que pasa es que hoy, Morena particularmente, no se baja de la borrachera de su triunfo aplastante en las elección de 2018, y por ello van a la baje en las preferencias en México. Ahí están los números irrefutables.
¿Por qué no pudo aprobar la reforma eléctrica el régimen de la 4T?, bueno, principalmente porque no tiene el número de diputados requeridos en San Lázaro, y, porque no hacen política, todo lo quieren imponer, esto es, sin dialogar y sin ceder, como sucede en todo acuerdo. “No hacen política”, ese es su principal error.
Para infortunio de sus pretensiones, esa de arrasar, imponer y prohibir, hoy ya no es sencillo, pues ahora sí hay contrapeso en la Cámara.
Es actitud rancia de considerar que “aquí sólo mis chicharrones truenan” seguirá empujando al régimen al abismo, cuando deben comenzar por meterse en la cabeza que México no es de ellos y, que en este país viven millones de mexicanos que piensan distintos a ellos, y me remito a datos duros:
El diputado Jorge Triana Tena, del PAN, les recordó desde la tribuna que en las elecciones de 2021 votaron por la oposición 23 millones de mexicanos, mientras que 20 millones lo hicieron por Morena y sus aliados. “Esos votos lograron que hoy no tuvieran una cámara a contentillo del Presidente”. En efecto, ahí están los números en el INE.
Este asunto, incluso lo dejó entrever John Ackerman, recalcitrante morenista, quien, mientras se desarrollaba el debate en San Lázaro, escribió en su cuenta de Twitter: “Si Morena no hubiera perdido más de 50 curules en las elecciones de 2021, ya se hubiera aprobado la Reforma Eléctrica.
“La (sic) principal culpable por la situación actual es Mario Delgado, quien siempre priorizó sus amigos impresentables sobre las candidaturas ganadoras”.
Bien, tuvimos la oportunidad de observar el debate a través del canal del Congreso, y en términos generales, los diputados de Morena y PT, penosamente, la mayoría de ellos solo subió a la tribuna para ofrecer gritos destemplados, descalificaciones e insultos. Consideran que entre más fuerte gritan, más podrían convencer a los mexicanos. La verdad la verdad, lamentable oratoria y muy pobres argumentos.
Los de oposición, sobre todo los del PAN y PRI, se mostraron como lo que son, como diputados. Ahí esgrimieron explicaciones sobre la reforma eléctrica para el análisis, por ejemplo Santiago Creel del PAN, lo mismo que Ildefonso Guajardo Villarreal, del PRI, quienes además de ofrecer datos precisos, demostraron que no hay que gritar ni manotear para hacerse escuchar. Hay niveles, claro.
Así, ayer estuvieron a debate dos proyectos sobre la reforma eléctrica. La propuesta del Presidente, apoyada por Morena y sus aliados, que plantea principalmente: Devolverle al Estado el control de la generación eléctrica, eliminar órganos reguladores y nacionalizar el litio.
En tanto, el bloque opositor está a favor de una reforma eléctrica que incluya la competitividad nacional e internacional y las energías limpias y renovables.
Ahí se las dejo.