Franja Sur
Lo que nunca se había visto en el municipio de Tacotalpa ahora ocurre bajo la gestión del alcalde Ricky Arcos Pérez, de Movimiento Ciudadano, quien al imponer a “su gente” en las delegaciones municipales ha ocasionado un ambiente de alta tensión en las comunidades que podría llevar a la confrontación violenta entre hermanos indígenas.
El presidente municipal de la localidad serrana aprovecho la “ley dedazo” para llevar agua a su molino y de paso violó el derecho de usos y costumbres de las comunidades choles de esa región.
Hoy en Tacotalpa hay 76 comunidades indígenas que, cada una de ellas cuenta con dos delegados: el designado por el alcalde y el que fue electo por los pobladores.
El ambiente es de crispación, lo que incluso podría terminar en tragedia que nadie quiere. Todo ello por la novatez y la profunda soberbia de un edil como Ricky Arcos, quien desde que llegó al cargo ha mostrado ser intolerante.
Por ejemplo, los habitantes de la comunidad Buenos Aires sólo reconocen como delegado a Guadalupe Vázquez Gómez, electo bajo usos y costumbres el pasado 27 de marzo, elección que se llevó a cabo en las instalaciones de la Escuela Primaria “´Álvaro Obregón”. El mismo proceso se puso en práctica en las otras 75 poblaciones indígenas.
Las actas de asambleas ejerciendo su derecho al voto ya fueron entregadas a la presidencia municipal, al Congreso del estado y a la Comisión de Derechos Humanos de Tabasco.
Por eso, las comunidades autóctonas ya le han hecho repetidos llamados al edil Ricki Arcos para que anulen los nombramientos de los delegados impuestos por el presidente municipal “para evitar la confrontación” y vuelva la tranquilidad social en esos lugares de la sierra. Es un grito a tiempo.
Y es que Arcos no se baja de las nubes, y sigue presumiendo a quien quiera escucharlo que es el único alcalde de Tabasco que realmente le ganó a Morena en los comicios de 2021, “a pesar de que Adán metió las manos en Tacotalpa”, se mofa. Esa su ínfulas de grandeza lo llevan a pensar que podría ser el candidato a la gubernatura de Tabasco por Movimiento Ciudadano.
En Nacajuca, corazón chontal del estado, se vive situación similar en las comunidades. Aquí también los naturales acusan a la comuna de imponer a los delegados. Señalan directamente a la presidenta Sheila Álvarez de atentar contra sus derechos.
Las poblaciones chontales rechazan tajantemente a los delegados impuestos bajo la “ley dedazo”, promovida por el gobernador con licencia Adán Augusto, hoy secretario de Gobernación, y aprobada por la mayoría de diputados de Morena en julio del año pasado.
Ante ello, no obstante que ya protestaron frente al Congreso del estado, así como de solicitar la intervención del Comité de Derechos Humanos de Tabasco en el conflicto, una comisión de delegados, aún en funciones, entre ellos representantes de Pastal, Tucta y San Simón, promueve un amparo contra la “ley dedazo”, y también se están organizando para viajar a Ciudad de México para intentar hablar con el presidente Andrés Manuel López Obrador y plantearles el problema de la violación de sus derechos de usos y costumbres.
Ahí se las dejo.