CARTA ABIERTA
La presentación del Plan Municipal de Desarrollo 2021-2024 ha significado el relanzamiento de la gestión de Yolanda Osuna, teniendo como respaldo indiscutible al gobernador Carlos Merino. Construido sobre la base de propuestas ciudadanas, el documento contiene acciones que buscan modernizar la red de infraestructura y servicios; sin colores partidistas de por medio que dividan a los ciudadanos.
Es un documento serio que, como ha reconocido la propia alcaldesa, no es una “vara mágica ni bola de cristal”. Qué bueno que lo diga, porque ello implica honestidad de cara al colectivo, dejando atrás los discursos demagógicos que buscan reinventar al municipio cada tres años.
En el Plan hay cinco ejes y 45 compromisos de campaña, basados todos en la Cuarta Transformación del presidente Obrador. Es verdad, el desarrollo no es tarea exclusiva del gobierno, sino consecuencia del trabajo organizado de la sociedad. Por eso, se espera que los ciudadanos tengan una voz activa en su ejecución.
A pesar de que el pasado trienio estuvo encabezado por Morena, Osuna admite que Centro padece añejos rezagos en los servicios públicos básicos que han acentuado las condiciones de deterioro y ampliado el riesgo de colapso. Así, las demandas del colectivo se han centrado en la provisión de agua potable, la reparación de fugas y hundimientos, la pavimentación, la rehabilitación del alumbrado público y el manejo de las cientos de toneladas de basura generadas a diario.
Osuna se dice dispuesta a afrontar la problemática originada por décadas de falta de atención y devolverle a Villahermosa y a las comunidades un rostro digno. Ha dicho que los pasados gobiernos de la capital se enfocaron en hacer obras suntuosas, dejando a la deriva los servicios públicos y por eso ahora se resienten las consecuencias. Fue una especie de regaño a sus antecesores.
Entonces, ¿qué hará la presidenta municipal al respecto? Asegura que ahora los recursos se invertirán en obras que impacten en el desarrollo humano, aunque no se vean. Parece una acertada carta de ruta para un Gobierno que, hasta ahora, a pesar de la crisis financiera y la austeridad republicana, ha cumplido con el pago a sus trabajadores y proveedores.
También parece haber un Municipio fuerte en lo financiero, con el economista Fernando Calzada Falcón como responsable. Por ejemplo, en el último trimestre de 2021 se recaudaron 100 millones de pesos, y en el primer cuatrimestre de este año el monto superó los 284 millones. Es un 38% más que el mismo periodo del año pasado. También, para darle viabilidad financiera al gobierno de Centro, se refinanció deuda. Esto ha permitido contar con los recursos necesarios en los programas y acciones oficiales.
En lo que fue también una especie de Informe de labores adelantado, contó que en los primeros cien días de su gestión operó el Programa de Mejora de la Infraestructura Municipal con 19 proyectos de agua y drenaje, vialidades y alumbrado público en 25 localidades.
Como era de esperarse, Osuna reconoció con toda claridad el apoyo del gobernador Carlos Manuel Merino Campos, a quien llamó aliado de la transformación y con quien comparte la convicción de trabajar palmo a palmo, con honestidad y resultados. Desde luego, apartó una parte importante de su alocución para el presidente Obrador, a quien llamó “un referente ético y moral”.
Lejos de dividir a la sociedad, un mantra que parece ser una constante para la izquierda en el país, ha expresado que en Centro se gobierna para todos, con reconciliación e inclusión, “para que nadie se quede atrás”. Sin embargo, también cierra la puerta a los privilegios de unos cuantos.
Como lo ha admitido la alcaldesa, a su Gobierno le toca el compromiso de ejecutar el plan; eso sí, con la participación ciudadana. Ya se verá si Osuna está destinada a dejar huella en la capital, consolidándose al mismo tiempo como una de las cartas fuertes de Morena para 2024. Por lo pronto, su Plan de Desarrollo es un punto de quiebre en el relanzamiento de su gestión.