La politiquería y hasta la sucesión presidencial cada vez más presentes, en una historia que parece repetirse…
Les comparto:
ENTORNO
Deja vu.
Dos años dos meses después, en las instalaciones de la Refinería Olmeca, en Dos Bocas, Paraíso, el presidente Andrés Manuel López Obrador y algunos de los asistentes pudieron haber recordado lo ocurrido en San Carlos, Macuspana, el primero de marzo del año 2020, cuando lo obligaron a enfrentar a sus propios paisanos, con una pregunta a voz en cuello, con el sudor en el rostro y el calor a todo lo que daba.
¿A mí también me van a gritar?, retó. Y volvió a repetirlo, la amenaza de que no hablaría más sino se callaban y provocó después que solo se escucharan murmullos.
Seis meses después de ese hecho en septiembre del 2020, el alcalde de Macuspana Roberto Villalpando Arias responsable directo de la inconformidad de los sancarleños, presentaba su solicitud de licencia para separarse del cargo lo que abrió paso a un Concejo Municipal.
Independientemente de que ese encuentro en el que todos, incluido, el presidente de México recibió rechiflas, gritos y demás, eso pudo haberse atenuado, ofreciendo el diálogo y compromisos tangibles, incluso minutas con los grupos de inconformes que solo querían cumplieran con lo prometido en campaña en 2018.
Pero nadie hizo nada o muy poco para contener la furia colectiva. Los responsables en aquel momento de abrir los cauces de comunicación entre gobierno y sociedad departían en las fondas de San Carlos, pese a que en todo el camino rumbo a ese evento que encabezaría el mandatario federal, se encontraban grupos de inconformes por doquier. Fin de la historia.
El pasado primero de mayo, en la gran obra emblemática de la actual administración federal, en Dos Bocas, durante la presentación de las autoridades, se escucharon abucheos y chiflidos para el secretario de gobernación Adán Augusto López Hernández y para el director general de PEMEX, Octavio Romero Oropeza.
Lo mismo ocurrió con la titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle García quien recibió una ovación, pero en cuestión de segundos un apabullante abucheo –como para opacar a quienes habían recibido la consigna de ovacionarla- por los asistentes.
Al igual que en 2020, alguien no hizo su trabajo, en este caso, la principal responsable de las invitaciones para asistir al encuentro presidencial fue directamente una dependencia del gobierno federal, particularmente, la SENER.
Y a diferencia del reclamo ciudadano en 2020 que pudo evitarse escuchándolos, en la refinería, no es comprensible, porque tuvieron y tienen trabajo miles de obreros o porque con las reformas impulsadas por quien ahora es titular de gobernación para facilitar los trabajos en esa obra desde su arranque.
En otras palabras, factores externos, la politiquería o incluso las pugnas por el relevo presidencial se hicieron presentes.
Hasta el discurso de los gansos y los gansitos pronunciado por el gobernador de Tabasco, Carlos Merino Campos, evocando a la unidad, al sacrificio, hasta a los graznidos, quedó como “anillo al dedo” ante tan singular audiencia.
CONTORNO
Mínimos “detalles” en obras de SEDATU
“Hasta donde he podido constatar hemos visto muchas obras que han quedado en muy buena calidad, a lo mejor no dudo que haya contratistas que estén teniendo detalles a la hora de ejecutar las obras en su comunidad”.
Lo anterior, es parte de la declaración formulada por el senador tabasqueño de MORENA, Ovidio Peralta Suárez, al responder a las quejas de ciudadanos y de las propias autoridades, como los de Cunduacán que se han inconformado por la mala calidad de las obras realizadas por SEDATU.
No hay mucho más que agregar, salvo afirmar que, por ejemplo, en Villa Tepetitán, Macuspana no hay una sola casa que no tenga anomalías de las remodelaciones realizadas por la dependencia federal hace apenas menos de un par de años, el mercado del lugar lo mismo y parte del colapso del malecón.
Lo que solo deja una reflexión, el senador no trabaja, no va al lugar de los hechos y solo opina desde la comodidad de un café o restaurante, porque la evidencia de esos “mínimos detalles” es abrumadora.
Bien decía, tonto aquel que crea que el pueblo es tonto…
Finanzas, cero pescas
Productores acuícolas organizados lamentaron el incumplimiento de parte de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal y Pesca, para otorgarles los generadores de energía eléctrica que les habían prometido.
Ni la gestión de legisladores a favor de ellos resultó fructífera.
En la cadena de excusas siempre se responsabiliza a la Secretaría de Finanzas por no autorizar esos recursos.
¿Dónde quedó el dinero?
javiermarinhdez@hotmail.com