Para Usted
La frase poder detrás del trono se refiere a una persona o grupo que de manera informal ejerce el poder real de un cargo público de alto rango, como un jefe de estado (presidente de México, para el caso que nos ocupa la entrega de este día). En política, generalmente se refiere a un familiar, ayudante o subordinado nominal de un líder político (a menudo conocido como figura ceremonial) que se desempeña como líder de facto, estableciendo políticas a través de poseer gran influencia y/o manipulación hábil.
La fuente consultada, nos indica que el concepto original de un poder detrás del trono era una figura medieval de discurso que se refería al hecho de que las políticas del monarca podían ser establecidas por un consejero que no estaba sentado en el trono pero que estaba detrás de él, tal vez susurrando al oído del monarca fuera de la vista común. (WP)
A menudo en los cafés, corrillos, círculos políticos, económicos, académicos, empresariales, intelectuales y sociales de México y, por supuesto de Tabasco, se ha formulado la siguiente interrogante; ¿Existe la posibilidad de que al termino constitucional de su mandato como presidente (2024), Andrés Manuel López Obrador, intente reelegirse, utilizando el poder de las fueras armadas, tal a como lo han hecho Nicolás maduro, Daniel Ortega o Evo Morales?
Veamos en términos reales y desde diferentes ópticas; de entrada, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (La Carta Magna de México), no contempla un escenario como ese; ¿qué quiere decir esto?, que, a fuerzas en el 2024, habrá un proceso electoral para un próximo periodo constitucional presidencial, donde Andrés Manuel López Obrador, está impedido a participar.
Por lo que, lo que se comenta, que en base al apoyo que pudiera tener de las fuerzas armadas, pudiera aprovecharlo para reelegirse como presidente de México, técnica, social y políticamente, sería un “Golpe de Estado”, para que el oriundo de Tepetitán, derrocara al que gane las próximas elecciones y eso es muy complicado; ya que, entraría México a un “Estado de Excepción”, que es un escenario que nadie ve y mucho menos desea.
¿Qué es un Estado de Excepción?, en derecho constitucional, es un régimen de excepción que puede declarar el Gobierno de un país en situaciones especiales. Este concepto de teoría política fue acuñado por el jurista alemán Carl Schmitt, constituido como la situación extrema del Estado (País, Nación), en la cual el presidente ejerce su facultad de determinar al enemigo público, trascendiendo, si es necesario, el estado de sitio con el fin de proteger el bien público.
En otras palabras y para reforzar la comprensión de lo antes expuesto; Los estados de excepción son medidas extraordinarias que se toman durante periodos de disturbio o de zozobra a juicio de un Gobierno; que para el caso que estamos viendo, seria para el gobierno mexicano.
De acuerdo a politólogos y académicos consultados por quien escribe para usted, la reelección que buscaría Andrés Manuel López Obrador, sería una reelección figurada; es decir, lo que pretendería el todavía presidente tabasqueño, es imponer a su sucesor; vaya, a un títere, al que él pueda manejar a su antojo y voluntad.
Lo antes escrito, dijéramos, suena lógico y natural, dado que López Obrador, pertenece y es egresado de la vieja escuela priista; por lo que seria acorde a sus intereses, mejor imponer a su candidato y hacerlo ganar a costa de lo que sea y/o de lo que fuere.
Punto muy importante que no podemos dejar de ver y mucho menos olvidar, es el de la edad de Andrés Manuel y que, a pesar de darle grandes prebendas a las fuerzas armadas, al interior de ellas, hay descontento, sobre todo en personal de tropa que ha sido humillado, en diferentes escenarios, bien sabidos por la sociedad mexicana.
De la misma manera, no podemos ni debemos perder de vista que la inmensa mayoría de la población de nuestro país, es de pensamiento anti reeleccionista; muy importante, este otro dato que significa muchísimo, al interior de su partido, en este caso Morena, las corrientes y grupos de Ricardo Monreal, Marcelo Ebrard Casaubón, y algunos gobernadores morenistas, no comulgan con esa idea (el de la reelección).
Por último, más no por ello menos importante, porque vaya que lo es, la vecindad con los Estados Unidos de Norteamérica (USA), sería otro impedimento y serio para no reelegirse, dado que, a los gringos o güeros, no les convendría tener de vecinos a una dictadura, cuando ellos son proclives a defender e instaurar la democracia.
Todo lo anterior, nos lleva a sacar algunas importantes conclusiones, entre las que se destacan que, ciertamente López Obrador, no se va a reelegir, ni buscará hacerlo; sin embargo, puede utilizar la fuerza del poder presidencial y las instituciones del gobierno de la república (como el uso e intervención de las fuerzas armadas), para beneficiar al sucesor que él mismo quiera e imponga.
Andrés Manuel, ha expuesto reiteradamente limitaciones físicas (su estado de salud), e incluso expresado conceptos como “si el creador y la ciencia lo permiten”, sin embargo, insistimos, esto no le impediría imponer a su sucesor, con el apoyo de las fuerzas armadas, a cómo lo hizo Hugo Chávez, en Venezuela.
Como colofón, podemos apuntar que, si AMLO hubiera llegado a ser presidente de México en el 2006 o en el 2012, en estos momentos sería el dictador de este país; insistimos, sí va a incidir para dejar a un incondicional en la presidencia; cierto, ya no tiene la fortaleza y su desgaste físico y político ha sido acelerado, lo que podría vislumbrar que, a lo mejor ni concluye su periodo.
AMLO, según se ve, seguirá al pie de la letra el ejemplo de Fidel Castro Ruz, quien le heredo el gobierno de Cuba a su hermano Sergio; y cuando éste ya no pudo por salud, colocó al actual presidente Miguel Díaz Canel, para seguir siendo el poder tras el trono.
Cosa similar pretenderá López Obrador, por ya no tener la fortaleza y de que desgaste de salud y político es acelerado, a lo mejor ni termina su periodo y en los últimos meses se retire, dando paso a que su secretario de gobernación Adán Augusto López Hernández, lo supla, concluya el periodo constitucional y garantice que el candidato de Morena gene la presidencia.
Mientras tanto, Andrés Manuel, se irá a “la chingada”, desde donde querrá seguir gobernando al país (los gobiernos de Tabasco, Chiapas y Campeche, son de su propiedad); una especie de Plutarco Elías Calles, quien fue presidente de México de 1924 a 1928 y presidente en las sombras de 1928 a 1935 con el título informal de «jefe Máximo de la Revolución».
¿Andrés Manuel López Obrador, “Jefe Máximo de la Cuarta Transformación (4T) en México” ?, ¿ese será su nuevo “cargo” ?; pronto lo sabremos. Hasta mañana Dios mediante.