ENTORNO
En la más reciente campaña federal y estatal de 2021 los candidatos a diputados federales, locales y alcaldesa postulados por MORENA enfrentaron una queja ampliamente recurrente entre el universo potencial de votantes que los escucharon durante la campaña: el desabasto de agua potable.
Uno de esos candidatos tuvo que asumir parte de la responsabilidad al reconocer el abordaje institucional del mismo por la autoridad en funciones –también de ese partido- y que era un tema urgente que debían y tenían que resolver en lo inmediato, conocemos el problema dijo, ahora, vamos a ofrecer soluciones, prometió.
La ahora alcaldesa de Centro Yolanda Osuna Huerta también vivió en carne propia los reclamos de muchas colonias, villas, rancherías y comunidades del Municipio de Centro a lo que ella, solo se limitaba a escuchar, asentir y de manera sucinta pedir el voto de confianza para su candidatura y así encontrar todas las respuestas posibles desde el primer día de su administración.
Ingenuo sería creer que ese tipo de problemáticas como el desabasto de agua potable en los sitios de siempre podría resolverlos “en lo inmediato” como algunos prometieron y ahora con el agravante que también se ha hecho presente en lugares donde nunca fallaba el suministro del vital líquido.
Y los pretextos:
La turbiedad…
Desde años atrás se sabe que el aumento en las precipitaciones pluviales provoca altos picos de turbiedad en la zona de captación del río Grijalva para el agua que se transporta a la Planta Villahermosa y que desde ahí se suministra a buena parte de la red de usuarios de la capital tabasqueña.
El mismo problema ocurre ahora, sin que en los recorridos que encabezó como alcaldesa electa junto a los que serían sus colaboradores y ahora todos como funcionarios hubieran contemplado una ruta para enfrentar el problema cuando este se presentara.
Y por supuesto que existen medidas técnicas, químicas, físicas, hidráulicas y con el empleo de tecnología para atenuar el problema, pero evidentemente no se ha planteado y todo se limita a aumentar el volumen de químicos para tratar de sanear el agua o simplemente suspender la captación, esto último aunque suene increíble, en estas condiciones parece lo mejor y lo menos dañino para la salud de la población de Centro.
En esto, la Secretaría de Salud, tan implacable, en la administración anterior, no ha dicho absolutamente nada respecto al enorme problema de salud que enfrentan todos los días los habitantes de la capital, ellos saben que, el empleo de químicos en agua con altas concentraciones de sólidos (turbiedad) no alcanzará nunca un nivel lo más cercano a potable o apta para consumo humano y por el contrario su uso indiscriminado hace que proliferen otras cepas de bacterias y hongos que son altamente nocivos.
Es importante informar también que, altas concentraciones de turbiedad son resultado del arrastre de tierras, árboles, ramas, animales muertos, pesticidas usados en el campo y muchos otros agentes contaminantes.
Por lo tanto, el problema no es en sí, el desabasto, lo es en realidad, el nivel óptimo del agua que llega a nuestros hogares y que muchos creen aceptable y que además estamos consumiendo.
Inclusive el agua que se compra en garrafones desde la marca más cara hasta las que se despachan en dispensadores presentes en todo el municipio proviene de la misma fuente y aunque aseguran que tiene un tratamiento adicional, no es posible garantizarlo.
Y las enfermedades…
John Snow un brillante médico inglés se volvió un referente en la historia de la humanidad al descubrir en 1854 el origen de cientos de muertes por la enfermedad del cólera en una región de Inglaterra, mientras que estudiosos, científicos y el gobierno decían que esta se generaba por las malas condiciones del aire este sostenía que la fuente era en realidad el agua contaminada con heces que eran ingeridas de manera inadvertida, lo que demostró y finalmente sirvió para contener la ola de muertes que se presentaron en todo el mundo.
Guardada toda proporción con la actualidad, no es descabellado pensar que ciertos padecimientos de enfermedad gastrointestinal en muchos villahermosinos podría ser producto del agua que se consume.
Para ello, la dependencia sanitaria debería de ser estricta, porque no se trata de algo menor.
El acceso al agua además de ser un derecho universal debe atenderse como un tema de la máxima prioridad, los políticos, no darán una solución, esto va más allá de estos.
Y es hora de exigir resultados.
CONTORNO
Salud: más alarma
En un claro repunte de nuevos casos de COVID-19 en la entidad como ocurre en muchas regiones del mundo –por el relajamiento de las medidas sanitarias- la titular de salud, Silvia Roldán de nuevo insiste en la responsabilidad ciudadana para evitar el aumento en el número de positivos.
El mismo discurso que lejos de ser responsable, es más bien alarmista, culpando a los ciudadanos de este nuevo incremento.
Abajo, en las comunidades de escuelas públicas y privadas por ese -tono oficial- los padres de familia han comenzado a inquietarse exigiendo que retornen los controles sanitarios estrictos y que sí algún alumno tiene cualquier síntoma (así sea un pequeño resfriado) no debe ser admitido aunque tenga prueba negativa.
Y eso no está mal, para el cuidado del menor y de sus compañeros, pero, entre adultos el tema es más profundo, todo por no asumir actitudes responsables.
Por esa razón más de la mitad de los estados del país han decidido adelantar el fin del ciclo escolar, antes de lo que marca el calendario oficial. Un dilema…
javiermarinhdez@hotmail.com