PARA USTED
De verdad, mantenerse en Tabasco (en estos sagradísimos tiempos de la Cuarta Transformación), con un perfil discreto, justo en estos momentos cuando la carrera sucesoria por el gobierno estatal ya comenzó y no hay poder humano (ni mucho menos oficial; léase y entiéndase, IEPCT-TET-Morena y el mismo gobernador Carlos Merino—Guillermo Arturo del Rivero León, secretario de gobierno, no pinta ni da color–), es por demás, difícil y complicado.
En estos momentos, aquí en Tabasco, lo mismo que en el hándicap presidencial, no es válido eso de, “quien se mueve, no sale en la foto”; más bien, cobra fuerza aquello de que, “Santo que no es visto, no es adorado” o “El que no aspira, expira”, porque en este mal llamado Edén Tropical, los aspirantes a vivir en la Quinta Grijalva y despachar desde el Palacio de Gobierno, saben que tienen que estar a la vista de todos los tabasqueños.
Más allá, de sus malos resultados, sus pésimos trabajos (no son las mejores cartas de presentación; porque además se sienten protegidos, arropados y hasta bendecido, por el máximo Tlatoani de Tepetitán), los aspirantes a la candidatura tabasqueña saben que es mejor que los tilden de adelantados, gandallas o protagónicos, en vez de aspirantes grises y timoratos; miedosos y dubitativos; cobardes, temerosos, pusilánimes, medrosos, asustadizos y espantadizos.
Por supuesto que los tabasqueños ya saben perfectamente quienes son; porque, además de que, a la de a fuercitas, tuvieron que ir a destaparse al órgano oficial de difusión de la 4T en Plaza Bugambilia, los conocen por sus propias biografías; todos presumen trabajos bien hechos, papeles estelares, acciones a favor de Tabasco y de los tabasqueños; aunque muchos de ellos carentes de talento, trayectorias cuestionables y una pesada loza de críticas negativas, pero que a costa de tirar a lo alto para cachar “algo”, aspiran al premio mayor o a un reintegro.
Ya sus respectivos equipos de campaña andan caminando por todos los rumbos del estado de Tabasco; dizque haciendo amarres, armando estructuras, promoviendo acuerdos, pactos y compromisos; pero también, asestando golpes, patadas, mordidas y chingadazos al por mayor, en contra de sus adversarios; descalificándolos, sacándoles sus trapitos al sol, exhibiéndolos.
Y es que, si le creemos al gran elector, al presidente Andrés Manuel López Obrador, será a través de una encuesta por la que se sabrá quién reúne las mayores simpatías y voluntades para ser el abanderado de Morena al gobierno de Tabasco en el 2024; todo esto, pese a que, los del grupo del secretario de gobernación (y aún mandatario de Tabasco, dicen muchos) Adán Augusto López Hernández, llevará mano en cuanto al voto, pero también al veto.
Hasta estos momentos, el equipo de Oscar Cantón Zetina (legislador federal morenista y delegado político especial en Oaxaca), se ha caracterizado por conducirse con mesura y prudencia; cero anuncios espectaculares y exhibicionismos sensacionalistas; cero pleitos internos entre ellos; cero descalificaciones o sembrando discordias hacia el resto de los aspirantes.
Las huestes de Oscar Cantón se conducen en el honroso equilibrio de no hablar de más, ni andar prometiendo el oro y el moro; ¿se ha enterado usted acaso de algún desaguisado protagonizado por algún Cantonista?, definitivamente no; andan en lo suyo, sin mayores protagonismos o publicitándose en los medios de comunicación; han avanzado, como usted no tiene idea; la imagen de Oscar Cantón permea en todos los estratos sociales, académicos; entre comerciantes y empresarios, lo mismo que en sociedades de padres de familia, campesinos, pescadores, artesanos y demás.
Por lo mismo, a Oscar Cantón, poco se le ve, pero mucho se le nota en el ánimo de muchos tabasqueños; el mismo legislador federal no suda calenturas ajenas; no discute, ni arma escándalos mediáticos en contra de sus adversarios de aspiración; no se cuelga de los medios de comunicación; habla poco, pero sustancioso; aparece cuando tiene que hacerlo; cuando no, guardadito.
En tanto sus amigos y seguidores (su equipo de trabajo), desarrollan una intensa y extensa campaña a ras de piso; a pleno sol, pero de manera entusiasta y efectiva; saben que las precampañas son auténticas carreras de resistencia; maratones donde hay que saber administrarse, pero acelerar el paso cuando se tenga que hacer.
En esta coyuntura política que es la sucesión gubernamental de Tabasco y/o, la candidatura de Morena al gobierno estatal en el 2024, Óscar Cantón Zetina, se mantiene ocupado en sus tareas legislativas y partidistas; pero también tiene claro el panorama y escenario de Tabasco: todo a su tiempo y su circunstancia; ni antes, ni después; nada de acaparamientos, ni oportunismos.
Mantenerse serio y discreto, a la espera de la gran decisión; por el momento, es su carta de presentación ante los tabasqueños a quienes ya les externó su deseo de encabezar los destinos de la entidad y el esfuerzo de los tabasqueños para salir adelante. Prudencia, moderación, equilibrio y sensatez; lo que suene, sonará. *** Hasta mañana Dios mediante.