¡Bienvenido Agosto!
Les comparto:
ENTORNO
El proceso de elección interna de MORENA que se desarrolló este fin de semana en los 300 distritos electorales del país para elegir consejeros en cada uno de ellos, pese a los intentos de contención en redes sociales y espacios de información respecto a lo evidente, dejó de manifiesto la repetición de modelos del pasado -que mucho condenaron en el discurso de transformación- para alcanzar una meta específica.
Sin embargo, nadie que se asuma demócrata por convicción o partidario de la izquierda más pura debería de sentirse aludido, puesto que se supone no son adeptos a tales prácticas como; acarreo, compra de votos, coacción, quema de boletas, urnas, violencia, entre otros.
Inmunización preliminar:
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, desde la conferencia mañanera unos días antes del proceso dijo todo lo –que no debería hacerse- en este primer ejercicio democrático de MORENA y justo eso ocurrió, no en todos los distritos, pero sí en muchos de ellos, incluido uno de Tabasco.
A la par otros “actores nacionales” postearon desde sus redes sociales sendas recomendaciones para no apoyar a quienes apenas tienen dos o tres años de haber llegado a MORENA, incluso los identificaron como ex priistas, ex panistas, ex perredistas, sin reparar en que varios de esos ahora son gobernadores, senadores, diputados federales y locales en funciones bajo las siglas del partido vino tinto pero que tienen un pasado muy reciente ligado a los institutos políticos que ahora condenan.
Lo primero que pudo confirmarse durante la apertura de las sedes de votación fue la presencia de familias completas quienes descendían de unidades de transporte privados, seguramente contratadas para la movilización, algunos de ellos, apenados, evitando la mirada de los presentes, mientras que otros en lenguaje de señas y papeles en mano mostraban el lugar a donde deberían comenzar su periplo.
Jóvenes menores de 18 años también pudieron sufragar a favor de la fórmula que “más los convenció” con su CURP en mano eso fue posible.
Como un moderno Frankenstein con una amalgama de personajes políticos, intereses, corrientes, el MORENA del fin de semana es bastante parecido al gran movilizador que fue el PRI del pasado y enfrentó disputas violentas como el PRD, ese partido que dio forma al Movimiento de Regeneración Nacional y al que se llevaron sus métodos, sus prácticas ilegales o legales, pero que al final cuentan para los objetivos que se persiguen.
Más de lo mismo…
En las imágenes que circularon del proceso de Tabasco es posible identificar a líderes que todo el tiempo trabajaron a favor del PRI, que ayudaron a ganar elecciones de gobernador, de legisladores federales, locales, regidores, delegados y que ante la debacle del tricolor eligieron integrarse a MORENA y desde el 2018 han escrito nuevas historias en un partido distinto.
Porque ellos saben cómo hacerlo.
Ese mismo ejército de soldados, se conforman con los pagos, con las promesas de trabajo para ellos o sus familiares, varios han envejecido, pero mantienen su eficiencia en la operación electoral para movilizar personas, votantes, probablemente morirán sin alcanzar nunca un cargo de elección popular o un nombramiento importante, pero están acostumbrados a eso.
MORENA adolece de una estructura política propia y pese a todas las ventajas que promovió su fundador en 2013, el actual jefe del ejecutivo federal, esta continúan sin poder consolidarse.
En tiempos de reformas anheladas lo ocurrido el fin de semana es una mala señal para el futuro inmediato.
CONTORNO
Pausa
Por razones estrictamente personales esta columna dejará de publicarse durante un breve tiempo.
Disfruten su receso.
javiermarinhdez@hotmail.com