CARTA ABIERTA
El resultado de la elección presidencial de 2024 dependerá en mucho de cómo termine el sexenio. Si el país se mantiene en los términos de la gobernabilidad, crecimiento económico, una inflación controlada y un presidente con altos índices de popularidad, es muy probable que Morena vuelva a ganar la Presidencia. Pero aún ganando, el partido de Obrador y sus aliados tienen un reto mayúsculo: mantener la mayoría en ambas cámaras del Congreso federal. En esto le irá la vida para quien entonces habrá dejado la magistratura del país.
Mantener la mayoría en el Senado y en la Cámara de Diputados será fundamental por varias razones, pero entre ellas la más importante es evitar que la oposición utilice su fuerza política para lo que podría ser una feroz persecución política y judicial contra López Obrador.
El presidente está consciente de que a lo largo de su mandato ha tocado los intereses privilegiados que durante décadas tuvieron los grupos económicos y políticos que se apoderaron del país. Estas élites del poder han aguantado a regañadientes las reformas presidenciales, pero saben que el sexenio ha entrado ya en la parte final y es sólo cuestión de paciencia para retomar las canonjías perdidas.
Aún cuando Morena gane la Presidencia, si la oposición obtiene la mayoría en las dos Cámaras del Congreso federal, con seguridad habrá un ajuste de cuentas contra el, para entonces, expresidente. Y es aquí donde hará falta toda la fuerza institucional del nuevo Primer Mandatario a efecto de evitar una vendetta política, algo que se asegura comenzará a operar a partir de 2025.
Por eso Adán Augusto vuelve a cobrar mayor relevancia como el prospecto para relevar a Obrador. No es que Claudia Sheinbaum o Marcelo Ebrard vayan a cruzarse de brazos, pero con el secretario de Gobernación no hay duda, ni una, de que defenderá a su mentor político contra cualquier atropello judicial o político proveniente del Legislativo.
Obrador es el maestro político de Adán, así lo ha reconocido este a lo largo de su trayectoria. A la vez, el huésped de Bucareli es el alumno más aventajado del presidente, no de ahora, sino desde los comienzos de su carrera. Adán coincide con Andrés Manuel en los político e ideológico, con su manera de ver y hacer política. De hecho, varias de las decisiones que el macuspanense ha tomado desde el inicio de su mandato fueron replicadas por el notario público durante su gestión como gobernador. Y se sabe, también, que Adán ha retroalimentado a AMLO en varias de las medidas adoptadas por este en el ámbito nacional.
A diferencia de Sheinbaum y Ebrard, parece que Adán hasta le ‘lee la mente’ a Andrés Manuel. La comunicación mutua se da sin dobleces. En ocasiones, sólo necesitan ademanes o señales para saber lo que uno busca del otro. Como se sabe, los intereses comunes van más allá del poder y de lo político. Hay una genuina franqueza, muy poco común en estos ámbitos.
Estos factores van más allá de lo anecdótico. Y van a influir en la decisión final que se tome desde Palacio nacional. Es evidente que Adán le cuidará las espaldas a Obrador cuando este deje la Presidencia. Pero no solo eso. Es muy factible que le permita operar en lo político desde la trinchera que AMLO decida tomar cuando deje la investidura. Ningún otro de los aspirantes le garantiza semejante lealtad.
: EL GOZO AL POZO
Y que Marko Cortés da el tiro de gracia al PAN en Tabasco.
Resulta que ha decidido suspender la elección por el cambio de la dirigencia estatal, que hasta ayer disputaban Elda Mier y Concha y Jemima Alonso Qué.
El señor Cortés ha ordenado la creación de una delegación nacional, dependiente en su totalidad del CEN. Sería encabezada por Jorge Barragán Lanz, que ya fue delegado del Trabajo y regidor de Centro.
En cristiano, esto demuestra lo poco que el PAN tabasqueño les interesa a las altas esferas nacionales.
Se esperaba que el cambio de liderazgo sirviera para despertar, para movilizar, a los militantes y simpatizantes del blanquiazul, pero ahora también se les ha quitado esta oportunidad.
Este PAN vale menos que cero en el Edén.