Estimados paisanos:
Dada las calamidades que estamos pasando en el presente con nuestra capital y por lo que piensa mucha gente con las cuales he estado tratando de hacerles ver de la necesidad de dar un “giro de 180% ̈en la ruta que llevamos, que solo nos está conduciendo a la decadencia, me dejan en estado de asombro sus respuestas, me dicen que es muy pronto para hablar de las ciudades del futuro, yo contrargumento y les doy mis razones de que incluso ya vamos muy tarde para repensar el futuro de la nuestra.
Por lo que veo, se nos olvida que Villahermosa fue inicialmente en la región una metrópolis o “ciudad madre” porque por nuestras costas entró la colonización y esta ciudad más adelante fue determinante con la mayor concentración urbana del estado.
Desde siempre Villahermosa ha presentado un proceso de metropolización en el que históricamente se ha venido transformando con cambios profundos que no los hemos dimensionado, no solo en su urbanización sino también en aspectos cualitativos que nos han permitido que en esta ciudad se concentren el mayor equipamiento en educación, salud, cultura, esparcimiento, servicios públicos e infraestructura urbana, así como de las mejores oportunidades de movilidad social, de empleos, de emprendimientos y de negocios.
Lo que les digo a mis contrapartes es que nuestra realidad ya nos rebasó y nos lleva a repensar nuestra ciudad por el gran desarrollo que ha tenido desde el siglo XX, que ha permitido la integración de Villas y Poblados Periféricos y los municipios cercanos como Nacajuca, Jalpa; Cunduacán, Cárdenas, Teapa, Centla y Macuspana, creando nuevas estructuras que trascienden la definición clásica de ciudad.
Villahermosa forma en conjunto con el municipio de Nacajuca, una Zona Metropolitana que agrupa en total 833,907 habitantes siendo la vigésima octava conurbación más grande de México, según el último Censo de Población y Vivienda de 2020 por el INEGI, vamos que volamos a 1 millón de habitantes para ser considerada como una Metrópolis según los geógrafos.
También nos hemos olvidado de la influencia que tuvo en materia económica, política, cultural y social en la región con el sur de Veracruz, el Norte de Chiapas y el estado de Campeche, que son características básicas para ser condideradas como una metrópoli, realmente fuimos y todavía en algunos aspectos somos considerados de trascendencia regional con características globales por la economía del petróleo sin llegar a ser importantes a nivel internacional, pero si somos clave para las actividades socioeconómicas regionales y nacionales por nuestra industria petrolera y la enorme capacidad logística que nos da la ubicación estratégica que tenemos en el sur-sureste del país, compartiendo muchas de las características de una metrópoli.
Sin embargo es de sabios reconocer que la baja calidad de vida que padecemos, el subdesarrollo del cual todavía no salimos y la carencia de infraestructura básica, son limitantes que afectan severamente el estatus de una metrópoli como tal y más para ser consideradas una ciudad global.
Los viajes, los medios de comunicación electrónicos y las redes sociales acercan al mundo hasta una simple pantalla de un televisor, un smartphone o una laptop, con imágenes de cómo otras sociedades se modernizan, empezando por nuestros vecinos estados, las grandes metrópolis que son la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, y que decir de la pujante Mérida que ha tenido un exponencial desarrollo económico, urbano y viviendístico sin ser Cancún con sus extrordinarias bellezas o de las grandes metrópolis globales como París, Nueva York y Tokio.
Por eso, ahora les invito a aspirar a una mejor ciudad, una ciudad del futuro, a “una gran metrópoli”, visualizándola, proyectándola y construyéndola, para que Villahermosa vuelva a ser un referente regional y nacional económicamente hablando, con instituciones públicas y privadas que albergen una diversidad de servicios globales y con un equipamiento urbano a la altura de las mejores ciudades del país.
Necesitamos empezar a darle forma a “una grán metrópoli” que ofrezca mejores condiciones a la atracción de inversiones para proveerla de “un nuevo motor”, que impulse a esta gran ciudad que es considerada el “corazón económico del Tabasco” a un ritmo que sea capaz de reactivar a la economía de todo el estado.
De cualquier manera seguiremos creciendo en nuestras actividades económicas y políticas, pero también lo haremos en población, en tamaño y espacialmente, de nosotros depende que crezcamos bien para salir del caos y que demos paso a la modernidad para una mejor calidad de vida acorde a una sociedad del siglo XXI.
¿Nos merecemos “una gran metrópoli? claro que si, si nos lo proponemos, solo hay que levantar la vista en el horizonte, mirar lejos para una nueva visión de nuestra ciudad y diseñar un Plan de Desarrollo Urbano para las próximas décadas.
Villahermosa, Tabasco a 16 de agosto de 2022.
Publicado en el Diario Rumbo Nuevo.