Estimados paisanos:
Ya les he comentado de la situación en la que se encuentra nuestra capital y de la importancia que tiene el imaginar un futuro que la lleve a un mejor destino para el bienestar de toda la población, ahora trataré de trazar una alternativa para su tránsito a ese propósito que debe de ser común.
En principio, necesitamos que nos involucremos todos los sectores aportando propuestas, muchas, muchas, necesitamos muchas, para que a través del debate las contrastemos y complementemos buscando darle forma a una visión de ciudad.
Creo que ha llegado el momento de poner en blanco y negro todas aquellas ideas o proyectos innovadores que a veces hemos propuesto o discutido en reuniones de amigos, gremiales o foros, que buscan causar un impacto significativo en nuestro entorno urbano, sobre todo en los que viven en zonas sin brillo, precarias, abandonadas, inseguras o en condiciones de pobreza y vulnerabilidad, carentes de equipamiento o de servicios, así como para resolver problemas añejos que hoy nos agobian.
Estas propuestas serán terreno fértil para las primeras ideas que inciten a una reflexión y abrir la discusión en torno a como mejorar espacios específicos si se realiza lo que se proponga o para resolver lo que hoy es disfuncional y que afecta a los ciudadanos de nuestra capital.
El propósito es lograr un diálogo entre los diferentes actores tanto políticos como sociales, para visualizar el futuro de Villahermosa y reivindicar a la política como la principal herramienta para la toma de decisiones, porque muchas de ellas no son necesariamente técnicas sino políticas en función de la visión que tienen los gobernantes -algunas equivocadas y contra la voluntad popular porque no escuchan-, cuando la política es algo muy serio, parafraseando a Charles de Gaulle.
Lo vamos a lograr, porque no creo que nadie se niegue a buscar que se revitalice a la ciudad para mejorar la calidad de vida, el clima empresarial, las dinámicas sociales y traer nuevos flujos económicos que generen nuevas oportunidades laborales a los villahermosinos.
Necesitamos, por ejemplo, que sin utopías o fantasías nos ofrezcan cómo podría ser nuestra ciudad si la rediseñáramos para superar el caos vial que revela el retroceso y la desigualdad en la que hoy vivimos, para desafiar el actual modelo urbano y construir una ciudad pensando en la gente y no para los autos o qué otras alternativas nos podrían plantear para evitar que esta se convierta en una metrópolis sin pies ni cabeza, para ir haciendo conciencia de los desafíos a los que nos lleva el futuro si no corregimos la tendencia actual.
Por eso necesitamos hablar más entre nosotros, a esa intención obedece esta carta, para que nuestras autoridades, instituciones universitarias y gremios convoquen a los ingenieros, urbanistas, desarrolladores inmobiliarios y viviendísticos, hombres de negocios del comercio y el turismo, promotores de la cultura, el arte y el deporte o ambientalistas, a presentar proyectos de regeneración urbana; que ellos pongan las mesas y los micrófonos y nosotros llevamos las sillas y las propuestas.
También tenemos mucho que aprender, lo que nos lleva a a abrir el diálogo con especialistas y organismos nacionales e internacionales y con otras ciudades que han mostrado ser líderes en la implementación de proyectos innovadores que fueron tierra fértil para grandes transformaciónes, para conocer cómo abordaron su problemática urbana, construyeron sus planes, implementaron sus proyectos, el financiamiento, promovieron su desarrollo económico, la participación pública y privada, su marco jurídico y financiero y la creación de nuevas instituciones para atender los proyectos de alto impacto que involucraran en asociaciones estratégicas al sector privado en las prioridades políticas y para apoyar iniciativas claves para la ciudad.
El “yo” nunca será suficiente para estas causas que es muy común en la política, es el “nosotros y los otros”, que se traduce en algo vital: “la cooperación”, porque nos integra a una sociedad global, nos lleva a encontrar aliados y a nuevos conocimientos e inversionistas que puedan financiar nuestras obras y proyectos urbanísticos.
Si le luchamos la encontramos, de ahí que tengamos que emprender la búsqueda de la cooperación con diferentes ciudades o regiones del país o del mundo para valernos de sus experiencias exitosas, en las que encontraríamos los problemas y conflictos que tuvieron que enfrentar durante su proceso de transformación, que nos pueden ser útiles en nuestro propio proceso de regeneración urbana, aún así, hay que ser realistas, asumiendo en que no hay soluciones que puedan aplicarse en todas partes y en todas las situaciones que enfrentemos, porque ninguna ciudad es igual a otra, por lo que, a nosotros corresponde que tomar o no.
Vamos a buscarla, poniendo en una vitrina nuestra visión de ciudad y principales proyectos, para decirles a nuestros potenciales socios que tenemos idea de adonde ir y que estamos abiertos a la cooperación y a facilitar la inversión.
Ahora hay que trazar nuestra ruta, ponernos las pilas y empezar a hacer política de la buena, darle valor político al diálogo y encontrar en la cooperación con los de afuera y con nuestra gente, la energía que necesitamos para revertir el deterioro económico, social y físico que traemos si queremos tener una mejor ciudad.
Villahermosa, Tabasco a 13 de septiembre de 2022.
Publicado en el Diario Rumbo Nuevo