CARTA ABIERTA
“Se dará seguimiento a los proyectos de López Hernández, porque hay que darle continuidad al trabajo que se ha hecho. Hay que concluir obras, compromisos y refrendar lo que se ha venido haciendo, y más si somos de un mismo proyecto transformador. Todos nos sentimos parte del equipo del presidente Obrador y del secretario de Gobernación. Ya está trazado el plan estatal de desarrollo y no llegamos a inventar o a desbaratar, porque se nos irán los tres años en aprendizajes”.
El 26 de agosto de 2021, al rendir protesta como gobernador provisional, y el 1 de septiembre, al ser investido como mandatario interino, el Capitán expresaba estas ideas. Al tanto de las dificultades generadas por una pandemia global que marcó sus primeros meses de mandato, sabía también de la complejidad del reto que tomaba, con la obligación de entregar buenos resultados en la tierra del mandatario nacional. Y estaba consciente de marcar su propio estilo de gestión a la par de mantener la cercanía con el huésped de Bucareli.
A un año y un mes de iniciada su administración, el Capitán dio el Grito de Independencia al frente de un mandato que no ha estado exento de obstáculos externos. Pero también internos, como esos que le pusieron algunos integrantes de su propio partido. Inconformes porque no habían sido los elegidos para ocupar la gestión interina, le pusieron piedras en el camino; topes que ha ido pasando sobre la base de sentido común e inteligencia política.
Algunos funcionarios de su gabinete fueron blanco de embestidas mediáticas y políticas. Uno de esos objetivos del ‘fuego amigo’ fue el secretario de Gobierno, Guillermo del Rivero. Se buscó forzar su dimisión con el cuento de una supuesta “ingobernabilidad”. La treta golpista consistió en sustituir a Del Rivero con un miembro de ese grupo rebelde y manejar desde allí la sucesión en Tabasco. Poco le importó a esta facción meter en un predicamento al propio Adán Augusto y al presidente Obrador. Poco le importó golpear desde adentro al partido que recién les había dado un generoso cobijo a pesar de su pasado ligado a la ‘mafia del poder’.
Luego vino otra embestida: la del llamado ‘Grupo May’. Mostrando su desacuerdo por la elección de la nueva dirigencia estatal de Morena, encabezada por Tey Mollinedo y Raúl Ojeda, arrastrando en ese propósito a Claudia Sheinbaum, retaron al Gobierno de Merino con desparpajo. Idearon armar una especie de gobierno paralelo o una cosa parecida. Con el pretexto de apoyar la aspiración presidencial de la jefa de Gobierno, el ‘Grupo May’ buscó entronizar a su líder como el único aspirante a la gubernatura, arrebatándole con ello el manejo de la sucesión al mandatario estatal. La reacción de Palacio de Gobierno a esta nueva provocación no se hizo esperar con un golpe de autoridad en la renovación del gabinete, refrendando a la vez el respeto mutuo con Sheinbaum.
El Grito del 15 de Septiembre, apegado a la ortodoxia política, sirvió a Merino para fortalecer su gestión. El 16, en la Ceremonia Cívica por el 212 Aniversario del inicio de la Guerra independentista, el secretario de Cultura, Ramiro Chávez Gochicoa, dio un mensaje en el que señaló que nunca ha sido sencillo emprender una transformación. Habló de “huestes melancólicas que desfalcaron los erarios, que medraron los presupuestos públicos”. Señaló a “los cobardes que se dedican al negocio de la infamia y la sinrazón, y por los que anteponen sus intereses de grupo al desarrollo y la igualdad”. Luego destacó “la congruencia política, la honradez personal” y el proyecto de nación encabezado por López Obrador.
Ya repuesto de una tercera infección por Covid, Merino transita el segundo tercio de su gestión dando continuidad al proyecto de gobierno iniciado con Adán Augusto. Además, ha insistido en seguir buscando la reconciliación con las fuerzas opositoras. A estas alturas del partido parece haber disipado las dudas acerca de que la agenda estatal se dictaba desde Bucareli. Hoy parece evidente que el Capitán sigue en plena sintonía con el secretario de Gobernación, pero manteniendo su particular modo de dirigir la administración estatal.
: SE BUSCA
En la 4T siguen preguntando por el exalcalde de Paraíso, ‘Chico’ Santo. Ahora que el ¿expriista? ha retomado sus recorridos ciudadanos, la dirigencia estatal del partido guinda ha tratado de sentarlo en la mesa para adherirlo a sus filas. Hasta ahora, el expresidente municipal se ha abstenido de dar alguna declaración sobre su futuro político en esa localidad gobernada por el PRD.