El TioVivo
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@Fer_valdesleyva
Cada gobierno tiene al menos, una obra que lo distingue. Una acción o una construcción (ésta última es de las preferidas por casi todos) que sirve para recordarle a los ciudadanos quién fue el gobernante que la edificó y con ello perpetuar su recuerdo. Al menos, esa es la idea.
El Malecón, de Carlos A. Madrazo; Tabasco 2 mil, de Rovirosa, el puente sobre el Grijalva (manquesea eso) de Gurría; de Roberto Madrazo, la ampliación del Periférico o los puentes de Ruiz Cortines y la construcción del hospital Juan Graham y del Parque Tabasco; de Manuel Andrade, Olimpia XXI y el Papagayo o el Hospital de la Mujer; bueno hasta de Granier se recuerda algo a pesar de la inundación como la continuación de la modernización del Periférico. Y de Núñez, según su propio titular de Obras Públicas, se puede mencionar como su obra cumbre, el mercado Pino Suárez.
Así, llegamos a la actual administración que encabezó en un principio Adán Augusto López Hernández y continúa como relevo, Carlos Manuel Merino. Sobra decir cuál es la obra por la que la gente los va a recordar. De hecho, será la única (en caso de que, como se observa, no se termine el distribuidor de Guayabal). La obra en cuestión, según lo ha expresado espontáneamente la gente a través de la “benditas redes”, no cuenta con la aprobación de la sociedad y por lo mismo, no cumpliría con la intensión de ser un elemento que le genere al actual gobierno, un recuerdo positivo entre los tabasqueños.
Ríos de tinta se han escrito sobre el tema, cientos de imágenes que han sido tomadas en su mayoría por los usuarios de la vía pública, han circulado en prácticamente todas las plataformas de redes sociales, muchas horas se le han dedicado en radio y televisión al tema y en todos los casos, el resultado es el mismo: rechazo.
“Difícil querer trascender, cuando lo único que hiciste, lo hiciste mal”, nos comentó un experimentado político, afín al movimiento de la cuatroté, que ve con desilusión como se escapa la posibilidad de que Tabasco siga siendo referente en el escenario nacional…
Antes de bajarnos del caballito…
La institución de la familia sigue intacta, no ha sufrido ni ha resentido fenómeno alguno que ponga en riesgo su existencia. El debate pronto quedará atrás y habrá, seguramente, muchas personas que podrán tener una vida en común con las garantías que la ley otorga. Si lo que algunos legisladores temían, como es el reproche de un sector de la sociedad, deberán entender que, en ambos extremos de las posturas, hay gente que observa su desempeño… Desde el trienio fallido de Humberto de los Santos Bertruy no veíamos una ciudad tan abandonada, con decir que hasta a Gaudiano y a Evaristo se les ha llegado a extrañar…