CARTA ABIERTA
La compra del helicóptero ‘fantasma’ de 45 millones de pesos no pudo ocurrir sin el conocimiento, y autorización, del entonces secretario de Gobierno, Gustavo Rosario Torres, de quien dependía el Instituto de Protección Civil, IPC. Y este debió haber informado a su jefe, el gobernador perredista Arturo Núñez Jiménez.
La captura de dos exfuncionarios del Instituto de Protección Civil llevará más temprano que tarde a poner la mirada en el entonces director de esta dependencia, Iván Herrera Martínez. Pero la lógica de las investigaciones lleva a hurgar en los hilos que movieron esta simulación, lo que al final lleva hasta el mismísimo exmandatario estatal.
Cuando presentó su primer Informe de Labores, el gobernador Merino denunció que en la gestión anterior se compró ese helicóptero destinado a tareas de protección civil, pero nunca fue entregado al Gobierno. Tras revelar que la adquisición se había hecho con recursos donados por Pemex y el Gobierno estatal, el jefe del Ejecutivo soltó: “Lo he buscado hasta debajo de los cajones del escritorio, no existe y ahí está ese dinero tirado a la basura».
Un año después de ese señalamiento se ha detenido a la exdirectora de Administración, Alma Delia, y al ex director operativo del IPC, Jorge Alberto. Y todo apunta a que el excoordinador general Iván Martínez sigue en la lista de la Fiscalía. ¿Pero dónde quedan la responsabilidad de Arturo Núñez y de Gustavo Rosario Torres?
La pregunta se entiende por el caótico final del pasado sexenio, blanco de los más diversos señalamientos de corrupción que, por cierto, sólo habían llevado a la captura de dos funcionarios: el exdirector del Tecnológico de Comalcalco, Juan José Martínez, y el exsecretario de Salud, Rommel Cerna.
Al comienzo de su gubernatura, el ahora secretario de Gobernación, Adán Augusto López, habló de denuncias estatales contra Arturo Núñez Jiménez y de carpetas de investigación del ámbito federal. Luego, el Congreso de Tabasco reprobó la cuenta pública de 2018, el último año de la administración perredista.
En su momento, el semanario Proceso publicó que “Núñez dejó el gobierno de Tabasco en medio de un desastre financiero, de salud y educativo, con marchas y bloqueos de calles y carreteras de miles de empleados del gobierno, maestros, jubilados y pensionados, médicos y enfermeras por falta de pagos y prestaciones de fin de año. Días después, apareció paseando con su familia en San Diego, California, de acuerdo a fotografías que circularon en las redes sociales”.
Adán Augusto no procedió contra Núñez, a pesar de que este no tuvo empacho fabricar pruebas e inventar delitos para encarcelar por casi seis años a su antecesor, el priista Andrés Granier. En diciembre de 2012, en su primer discurso como gobernador, Arturo Núñez Jiménez acusó al Químico de haber “saqueado” Tabasco por “negligencia y corrupción”. Y advirtió: «A quienes le robaron a Tabasco no les espera el disfrute de riquezas mal habidas. Les espera la cárcel».
Con el escándalo del ‘helicópterogate’ y la captura inicial de dos funcionarios del pasado gobierno, parece que el ‘karma’ político se cierne sobre el esposo de Martha Lilia. Sólo el tiempo dirá si la 4T decide ir sobre la cabeza. Los expertos en la función pública aseguran que una compra de esa dimensión no pudo hacerse sin el conocimiento del entonces mandatario estatal. 45 millones no son poca cosa en ningún gobierno del mundo.
: LA RÚBRICA
El secretario de Bienestar, Manuel Graniel Burelo, se mantiene como un activo interesante del partido guinda en el Edén. Se sabe que tuvo un papel fundamental para que Morena ganara la gubernatura de Baja California Sur, en 2021. El exdirector de Invitab llegó como delegado a esa entidad cuando su partido estaba catorce puntos abajo en las encuestas. Cuatro meses más tarde llevó al triunfo a Víctor Manuel Castro… La renuncia de la secretaria de Gestión Social del PRI, Elvira Sánchez, tuvo un motivo estrictamente familiar. Ningún roce con Dagoberto Lara, ninguna ruptura con el partido. Asegura que regresará para el proceso electoral de 2024.