LA POSTA
PISO PAREJO. De las colgadas decisiones del grupo en el poder, hay una que de hacerse realidad resolvería de presto al contado los pleitos, salivazos y guerra de limones chupados que se traen los morenistas tradicionales y los “primorosos” que han cargado con todos los puestos públicos en la 4T tanto a nivel nacional como local. En el caso de los aspirantes a la gubernatura de Tabasco, se antoja que el dedo flamígero ordenará el cambio de género de masculino a femenino y sanseacabó. Si se diera, no faltará quien diga que se trata de una decisión salomónica, aunque en el terreno de la grilla más barata que circula en el país las decisiones político-electorales no llegan a esa categoría, más bien se toman considerando intereses personales y de grupo, nada que ver con la justicia ni con la sabiduría cada vez más escasa o nula en la clase política. Pordiositosanto.
PISO MOJADO. Las voces populares más agrias y también las más dulces, consideran que los aspirantes a la presidencia y a la gubernatura de Tabasco han llevado al terreno del choteo sus aspiraciones, como si la clase política guinda hubiera tomado purgante de aceite ricino, hay destapes por todos lados, hasta el menos pensado iza la bandera del “yo quiero” y lanza su campaña desde su púlpito de funcionario de la 4T. La lógica indica que se trata de la vieja estrategia priista de tirarle arriba para cachar abajo. Observemos a los dos últimos. Marcos Rosendo Medina Filigrana, el mismo que como diputado federal del PRD apoyó la reforma energética de Enrique Peña y luego despotricó contra la misma ley que aprobó como legislador cuando se puso el saco de morenista, dice que quiere ser gobernador de Tabasco. El secretario de cultura, Ramiro Chávez Gochicoa, sin más mérito que la amistad con Adán Augusto López Hernández, como sucede con la mayoría de los funcionarios de esta administración, dice que quiere ser candidato de Morena a gobernador. Es considerado el más pesado de los aspirantes.
PISO PULIDO. A contrapelo de los aspirantes de utilería que se anotan para efectos especiales, hay otros que van en serio. Javier May Rodríguez de Fonatur va con todo, es quien tiene las mejores expectativas, pero no es suficiente; el tren se lo podría llevar sin boleto. Octavio Romero Oropeza de PEMEX, es el hombre de más confianza de AMLO, pero su silencio quiere decir mucho. Me gusta el estilo del diputado federal, Oscar Cantón Zetina, basado en el tabasqueñismo. No puedo soslayar la seriedad y prudencia de Manuel Rodríguez González, presidente de la comisión de energía de la cámara baja. Mario Rafael Llergo Latournerie, es buen tipo, amigo de Adán, pero como dice el dicho, hay otros que son más amigos del secretario de Gobernación.
LA CAMINERA. Pero por más bulla que hagan los aspirantes masculinos al trono de plaza de armas, basta con que el dedo divino oprima el botón de la mentada equidad de género para darle una vuelta de 180 grados al asunto y la pelea por la gubernatura quede exclusivamente entre mujeres. En el género femenino de Morena, no veo amontonamiento ni guerrillas a la carta, debe ser, entre otras cosas, porque solo hay dos mujeres con posibilidades reales: Rosalinda López Hernández, hermana de Adán Augusto, esposa del gobernador de Chiapas y administradora general de auditoría fiscal federal del SAT, y la senadora Mónica Fernández Balboa, presidente de la comisión de gobernación del Senado. Una dedicada a la tarea de evitar la evasión fiscal y la otra a la delicada tarea de establecer las bases para gobernar. Sea por Dios.