CHAPALEO
PARA NADIE es un secreto que los mexicanos somos perspicaces e ingeniosos, un don que ya traemos de nacimiento, tampoco nos creemos Juan Camaney, pero para eso de buscar atajos y llegar primero que el enemigo somos buenísimos. ¿Cuál?, uno de ellos es el nuevo formato para elegir a nuestros gobernantes ¿cómo se llama? no lo sé, lo que sí puedo adelantarles es que se trata de un remedo de democracia tan perfecto que a lo mejor solo nosotros somos capaces de entenderlo o mal interpretar.
LUEGO DE conocer los resultados del proceso electoral en los estados de México y Coahuila, sigo creyendo, soy un convencido que efectivamente los mexicanos hemos creado una nueva forma de democracia, cuyo saldo final no es producto del recuento de votos, sino la sorpresa que nos tiene reservada el dedo divino.
Y POR supuesto, los ciudadanos sagaces que formamos el padrón electoral intuimos, no adivinamos, que previo y detrás de todo ese tejemaneje de la política a la mexicana hay componendas que llegan a la materialización de la llamada catafixia; “te doy Coahuila por el Estado de México” y todos felices y contentos.
EL TRIUNFO priista en Coahuila con el morenista en el Estado de México fue eso, una catafixia muy bien arreglada que convenció a algunos, porque en esas entidades la gente VOTO, no ELIGIÓ.
LOS TABASQUEÑOS tendremos que estar muy ojo al chícharo, porque seguramente nos van a querer aplicar el mismo efecto y para contrarrestarlo, nosotros, los de la prensa marginal, debemos velar a quienes tendrán en sus manos el poder de decir “tú vas”. Y ese señalado por el dedo divino debe ser carismático, inspirar confianza, no ser corrupto y tener muchas pruebas de honestidad, ya que solo de esta manera podremos saber quiénes son y no equivocarnos de mono a la hora de votar, para evitar lo que ocurrió en Coahuila y Estado de México, no nos dejarán elegir. Que alguien me explique, solo en este caso VOTAR y ELEGIR, no es lo mismo, porque gana el que no ELIJO.
Y CLARO que hay más, mucho más, pero por hoy me voy no sin antes comentarles que día a día crece el rumor que en la Quinta Grijalva todas las noches se escucha música ranchera, señal inequívoca de pachanga y por consiguiente consumo de alcohol. Por la lejanía que hay entre este inmueble y las calles que lo circundan, este chisme no viene de los vecinos, sino de los mismos empleados del rancho que por esta causa trabajan horas extras y no les pagan. Tira la cuerda Nicolás, decía don Trino Malpica en su recordado “Hijo del Garabato”.