La Agenda en Red
Sucedió en el llamado entonces Distrito Federal.
Después del asesinato de Paco Stanley el 7 de junio de 1999, las dos televisoras más importantes como Tv Azteca y Televisa se volcaron en contra del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas en un intentona para derrocarlo.
Los medios escritos como el Proceso y La Jornada hicieron lo propio y en forma sustentada y crítica fueron los únicos en dar a conocer la intentona violentando la Ley por lo que ocurría con estos y más medios de comunicación.
Los intereses
Enrique Velasco Ugalde, investigador de medios de comunicación de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), escribió en esos días que la actitud de las televisoras al buscar provocar una situación de «caos y desestabilización política» se explicaba por los grandes intereses que han regido a la industria de la radio y la televisión.
«A los empresarios de esta industria no les interesa el país más allá de sus ambiciones de infraestructura, dinero y poder político. En el logro de estos propósitos, han convertido a sus empresas en parte del arsenal político del grupo en el poder con el que –como poderoso dique– contienen cualquier intento social por avanzar hacia cambios democráticos en la vida nacional.»
Un ejemplo elocuente de lo anterior, agrega, es la concentración de concesiones de radio en el Distrito Federal y el área metropolitana, pues 41 de las 49 emisoras comerciales privadas pertenecen a solamente cinco familias: Los Aguirre, de Radio Centro, tienen 14; los Azcárraga, de Televisa Radio (Radiópolis) y Radio Fórmula, 11; los Ibarra, de Grupo Acir, seis; los Salas, de Radio Mil, cinco, e igual número los Vargas, de MVS Multivisión.
Cuándo afirmaba en lo personal hace algún tiempo que en la capital del país se observaba que la mayoría de las estaciones de radio habían optado por dejar de lado la programación musical, dedicándose en su mayoría de tiempo aire para hacer programas de noticias y análisis político, pero en forma abundante no me lo creyeron.
El quehacer político del actual sexenio es amplio y es más, cuando los dueños de estos grupos rádiales están en contra de la política del hoy presidente, López Obrador.
Esto es fácil de comprobar si duda lo expuesto, si usted vive en la ciudad de México y escucha cualquier estación del cuadrante va a comprobar lo aquí expuesto, sus oídos se llenarán de muchas voces críticas, pero no de música.
Esta opinión del periodista de ese entonces sirvió solo para fundamentar la opinión que he tenido desde entonces, en que el poder radial está en manos de cinco familias en la capital y no queda más que pensar que la influencia diaria de las personas que transmiten a millones en esa urbe tuvo como resultado ser testigo de lo que ocurrió en el 2021 en la elección de la CDMX. La mitad de alcaldías la perdió el partido en el poder.
La influencia en contra fue tan garrafal, exagerada y hasta fuera de contexto incluso, que dio resultado la estrategia de los medios.
Cumplieron con su misión.