La Agenda en Red
El día de ayer nos llegó una copia de la misiva enviada al presidente Andrés Manuel López Obrador de parte del secretario de gobernación Adán Augusto López Hernández.
Desde el inicio de la carta nos dimos cuenta de la sensibilidad pero también de la fortaleza del tabasqueño que la envía, Adán Augusto López Hernández.
Veamos parte de ella:
“Fue hace 18 años cuando los oligarcas que se sentían dueños de un país entero, decidieron envalentonados que podían robarnos también el derecho de votar por un luchador social al que queríamos desaforadamente.
Terminaba marzo de 2005, en plena vorágine política, cuando tuve la oportunidad de acompañarlo en una de sus sencillas conferencias de prensa, en aquel parque de Copilco, donde me preguntó: «Adán,
¿qué andas haciendo?», a lo que respondí «aquí, respaldándolo
frente a la injusticia que quieren cometer»
“Esa conversación inocente terminó con una instrucción que parecía fácil: «Adán, ven a ayudarme*. Y desde entonces, hasta que la vida me lo permita, pretendo seguir cumpliéndola.”
Así nació esa relación que desde ese entonces continuó permanentemente hasta el presente.
Se puede decir que existen personas que han acompañado desde antes al hoy presidente, pero eso no significa que existan diferencias abismales para clasificar uno del otro.
Todos los que lo han acompañado tienen su valor en cada parte del proceso que como líder social y después gobernante en la CDMX y posteriormente en la presidencia nacional han estado a su lado con lealtad y eficiencia a su jefe politico.
Todos los que están de su lado han sido parte importante, pero no todos pueden ser juzgados de la misma forma.
En la política siempre habrán procesos y circunstancias difíciles de olvidar, o pasar por alto y más en estas alturas.
Las fortalezas y debilidades de cada corcholatas están a la vista.
Todos las conocemos… y las comentamos.
Sigamos con las palabras de Adán hacia Andres:
“En todos estos años aprendi que lo valioso de una instrucción no es su precisión, ni su tono, ni su complejidad, sino algo más evidente: sus consecuencias, y hoy, yo soy poco más que una consecuencia de la lucha que usted encabeza, y encabezó por décadas. Un ayudante de campo del sol, como diría Pellicer”
Y prosigue:
“Yo prefiero pedirle que si está en su agrado, me releve de este cargo para así atender con la tenacidad, los valores, y el compromiso histórico que usted sembró, el encargo de profundizar la
Cuarta Transformación de la vida pública nacional.(…) Le ruego que no crea que «busco algo mejor o más grande que el privilegio de acompañarle, todo lo contrario. La realidad es que usted ya ha hecho más que suficiente por todas y todos nosotros.”
Nacen preguntas después de leer esta parte final de esta misiva.
¿Que sigue y que falta de hacer?
¿Quien es el personaje político y leal que hoy le responde al presidente para darle continuidad a su cuarta transformación?
¿Quien está alejado de todo aquello que a Andrés Manuel le molesta y que aún se ejerce?
¿Quien ha estado haciendo en estos tiempos política de la buena a favor del país?
Por último para terminar el tema.
De cuatro quedan dos solamente… y de esos dos hay diferencias. Usted las conoce y las sabe… saque sus conclusiones.