CÁBALA
Si existiera un “Atlas de la Corrupción” en el trópico, hay municipios que invariablemente tendrían que ser nominados para ser incluidos en ese deshonroso lugar, más para un mejor conocimiento de las generaciones de lo que no debe suceder en el ejercicio público que para intentar no repetir experiencias.
Las “maldiciones políticas” son leyendas urbanas que campean en cada trienio o sexenio, bañadas de historias de peculado, tráfico de influencias , uso privado de bienes públicos, inmoralidad y corrupción en todos sus niveles.
Jalapa, es un municipio que desde el tristemente célebre Antonio Priego hasta Fernando Emilio Priego Zurita, merece no repetir escenarios dolorosos, caricaturescos o bañados de inmoralidad política.
Y no es asunto de colores partidistas, por el municipio del Joloche han desfilado gobiernos emanados del PRI, PRD y Morena, con la maldición de ser “el último año” el determinante para reconocer desfalcos, persecuciones políticas y hasta ocurrencias.
Inaugurado por el priísta Antonio Priego Jiménez, fue el trienio 2007-2009 y en su último año, cuando los señalamientos de corrupción aparecieron en este municipio semiserrano, con desfalcos del orden de los 15 millones de pesos. Hasta el momento, el unico por cierto que ha tocado rejas.
Suman en si, cinco admiistraciones “jolocheras” con problemas en su último año de gobierno. Despies de Toño, el perredista Luis Deyá Oropeza, denunció una persecución política desde el OSFE quien lo señaló de coalición de servidores públicos y lo mandó a la bitácora maldita.
De 2013 a 2015 Ovidio Hernández Pérez del PRI, fue denunciado también en su ultimo año por manipular a su favor un empréstito con el banco intereaciones, por un monto de 25 millones de pesos.
La historia de repitió con Esperanza Méndez Vázquez, en el trienio “maldito” del ultimo tramo de Arturo Núñez Jiménez. Méndez Vázquez, fue más allá al intercambiar cuentas con su esposo el síndico de Hacienda, Fermín Torres Sánchez y dejar al sucesor un desfalco de 30 millones de pesos.
Ya en terrenos de la 4T, María Asunción Silvan Méndez, violentó la ley organica municipal en el trienio inconcluso 2016-2018, al destituir a su gabinete económico y su cabildo municipal, luego de comprobarse un desfalco de 32 millones de pesos, dando paso a la instalación de un Concejo Municipal, figura que en el caso de Jalapa, ha sido muy recurrente.
Así pues, una de la poblaciones más pequeñas del estado, llega a la maldición del “ultimo año” generado por la seducción del presupuesto público y el poder político, arribando a este 2023 con una observación a la administración de Fernando Emilio Priego Zurita y de Lidia Shareny Ocaña Andrade, con una observación de 2 millones 710 mil pesos.
¿Es poquito?
El hilo del escándalo sin embargo podría reventar, luego de información y presuntas observaciones a partidas secretas relacionadas con la búsqueda de la “primera dama” del municipio, para la candidatura a la alcaldia de Jalapa en 2024.
¿Será el inicio de la “maldición del ultimo año”?
Este mes de septiembre, arranca el congreso local la revisión de esta y otras cuentas públicas.
Estaremos atentos.
Kybalión.- La confirmación de la renuncia aceptada a Javier May como titular de FONATUR por parte del Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, es una bomba cuya onda expansiva tardará más de 48 horas en disiparse.
Eso, en caso que Morena no aplace hasta el domingo 10 de Septiembre el abrir el sobre con el nombre final de su virtual candidato presidencial en el seno de su consejo político nacional.
Se alquilan uñas.