CARTA ABIERTA
Por mucho que las fotografías públicas muestren a un dirigente de MC enseñando su dentadura como muestra de respaldo a la candidata a la gubernatura, lo real es que Minés de la Fuente debería pensárselo dos veces antes que depositar su confianza en Pedro Palomeque.
Por principio de cuentas, la expriista no era la carta favorita de Palomeque y de Pedro Jiménez León. Hasta el último momento, el dirigente naranja estuvo manoseando la posibilidad de que fuera otro expriista: Humberto de los Santos Bertruy. Claro, en detrimento de la aspiración de su adversario interno número uno y quien ocupaba el primer lugar en la lista para ese sitio: Gerardo Gaudiano.
Fue hasta que el INE aplicó la paridad de género que el dirigente emecista quedó atrapado entre dos aguas, porque no estaba listo para este nuevo escenario. Sin afines que presentar, se vio forzado a ceder a la propuesta de Gaudiano, quien convenció a Dante Delgado de que fuera la esposa del exalcalde de Huimanguillo, Gerald Washington Herrera.
En un cierre de pinzas, pensado quizá por el propio Dante para ponerle un alto a tanta tropelía de Palomeque, se dio el nombramiento de Hernán Pérez Soto, cercano a Gaudiano, como delegado nacional del CEN en Tabasco. En este caso, el cunduacanense llegó con un discurso de inclusión y reconciliación dentro de las filas naranjas, extendiendo la mano del diálogo al profesor de baile del alcalde de Tacotalpa, Ricky Arcos.
La candidatura de Minés fue un mazazo a la maltrecha autoridad partidista de un dirigente que siempre ha estado a las órdenes de su compadre Pedro Jiménez León. Más allá de las percepciones subjetivas están los hechos fríos. Y estos muestran una creciente fractura de Movimiento Ciudadano en Tabasco desde que Palomeque fue impuesto en la dirigencia por su tocayo.
Episodios sobran para hacer un balance al respecto, tantos que no cabrían en este espacio.
Hay cuatro episodios claves: 1) la renuncia de los miembros de la Comisión Operativa por estar en desacuerdo con la opacidad en las decisiones financieras y políticas del dirigente, 2) la dimisión a las siglas de pesos pesados que recuperaron con sus votos el registro de MC ante el IEPCT: Gina Velázquez, Saúl Armando Rodríguez, David Zurita, Pedro Sala, Pepe Mollinedo y Alejandra Plancarte, 3) las denuncias por violencia política de género por irrespetar los derechos políticos de sus militantes (caso Patricia Alejo en Cunduacán), y 4) la reciente suma del expriista Ignacio Lastra Marín fue lograda por la propia Minés y no por el dirigente.
En sentido estricto, Palomeque tendría que haber renunciado ya a la dirigencia de MC, por no garantizar un respaldo genuino a la candidata. Por decirlo de otra manera, Minés tiene al enemigo en casa y esto puede ser definitivo al momento de generar votos y el apoyo de los ciudadanos en general.
: LA RÚBRICA
Dicen que en 16 de Septiembre no corren las prisas, que será hasta enero de 2024 cuando den a conocer a su candidato o candidata a la gubernatura. Están tan enredados que aún no saben, bien a bien, si será hombre o mujer. Por lo pronto, hay un consenso general en ir solos y no unirse en candidaturas comunes a Juan Manuel Fócil en el PRD o a Lorena Beauregard en el PAN. El líder Dagoberto Lara sigue estudiando las alternativas, aunque existe un grupo de priistas que siguen presionando a ‘Alito’ para obligar a su renuncia anticipada. Entre estos golpistas estaría un exdirigente del partido. De hecho, quisieron hacer lo mismo allá por octubre de este año. Un grupito de inconformes fue recibido en la oficina del dirigente nacional. Luego de escucharlos, Alejandro Moreno les dijo: “Muy bien, Dagoberto se irá; pero díganme, ¿quién de ustedes va a ponerle los recursos y las ganas que le ha puesto Dago al partido?”. Tras escuchar esto, el grupo de traidores se fue con la cola entre las patas. Claro, ninguno de ellos estuvo contento con poner dinero de su bolsa. Así son de hipócritas ante los militantes y la opinión pública… Juan Manuel Fócil y Javier Cabrera Sandoval andan muy ‘sacalepuntas’ con eso de las tarifas de la CFE. Está bien, son opositores, pero hay un pequeño gran detalle. En el gobierno perredista de Arturo Núñez Jiménez tuvieron seis, seis largos años para resolver esa problemática que tanto dicen dolerles. Pero no lo hicieron. ¿Con que cara se atreven ahora a tocar un tema que estuvo en sus manos solucionar en definitiva? El PRD carga el lastre del pasado gobierno y esto no lo olvidan los ciudadanos.