El Comején…T en Carta Abierta
Hace casi dos años, un 22 de abril de 2022, la diputada Laura Patricia Avalos Magaña, presentó la iniciativa para reconocer la Violencia Vicaria en Tabasco, la cual fue realizada con los colectivos CAMCAI, Lunas A.C. y 25 Día Naranja.
Ahí se propuso reformar y adicionar disposiciones a la Ley Estatal de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, las que empezaban a ser aceptadas en algunos estados.
Ese día, Avalos Magaña remarcó que la Violencia Vicaria, es quizá una de las formas más crueles y mortíferas de la violencia de género, pues provoca daño irreversible a la integridad física y emocional de los hijos, a fin de herir a la madre; su mensaje fue tan potente que Katia Ornelas y Fabián Granier se adhirieron.
Pese a sus sólidos argumentos la espera fue larga, las dirigentes Claudia Magaña, de 25 Día Naranja y Natividad Pérez, de Lunas A.C., seguido iban al Congreso, desesperadas, en pos de su aprobación.
Pero por fin el miércoles los diputados de la LXIV Legislatura certificaron la tipificación de la Ley Vicaria en Tabasco, lo que provocó gritos de júbilo y aplausos entre los asistentes.
Durante su discurso, LPAM precisó que éste es el resultado de una larga lucha, donde debemos agradecer el valor y la tenacidad de las madres víctimas y de las asociaciones feministas que han lidiado sin descanso, para proteger a las infancias de Tabasco.
Aclaró que hoy se da un paso importante, pero no el último, y que es menester de esta Honorable legislatura, que sea incorporada como derecho positivo vigente y que se establezcan los mecanismos necesarios para la vigilancia y penalización de los actos señalados.
Subrayó además que el estado tiene una responsabilidad retrospectiva con el resarcimiento del daño sufrido por niñas y niños, durante el lapso en que existió la laguna jurídica que hoy se llena.
‘¡Enhorabuena por las madres y las infancias de Tabasco! ¡Juntas somos más fuertes!’, concluyó entre aplausos.
Al finalizar la sesión, la diputada Laura se abrazó y lloró de emoción con las madres víctimas de Violencia Vicaria; juntas corearon: ‘¡Si se pudo! ¡Si se pudo!’.