El centro de la ciudad de Villahermosa, la capital de Tabasco ha estado aún con peligro de que la barda construida después de la histórica inundación del 2007 pueda colapsar. Y no se dice por empañicar a la gente, sino porque la historia nos dice que en ese año la zona que se inundó primero fue la popular colonia Las Gaviotas, la más grande que tiene el estado. Ahora vemos que desde el pasado lunes sucumbió ante la creciente causada por el río Grijalva. La popular colonia está prácticamente inundada y esperamos que no haya coincidencia.
La costalera, a como se le llama popularmente a la protección de miles de sacos rellenos de arena colocados en varios puntos de la ciudad y colonias, está siendo usada en una parte del malecón Carlos A. Madrazo apoyando con ello, a la barda del malecón.
Decimos una parte porque estos costales se pusieron solamente enfrente del llamado parque lineal, un parque construido por el expresidente municipal de Centro, Gerardo Guadiano Rovirosa. En esa parte, se reforzó la barda pensando que quizá, se llegara a colapsar en ese tramo.
Estos costales podrían se supone evitaría que todo el centro de la ciudad se fuera al agua, pero usando un poco la lógica o el sentido común, no tiene caso esto por una simple razón. Si una parte de la barda que nos protege colapsa, toda ella por la presión del agua, caería irremediablemente.
Esperamos en verdad que esto nunca suceda, pero refiriéndome al titulo de esta opinión, esta debe a lo que ha sucedido en estos últimos días en que tras titánica tarea de cientos de tabasqueños, embolsando miles de sacos con arena, cargándola y colocándola, en una tarea digna de reconocimiento de toda una sociedad.
Pero… el invariable, pero, que siempre sucede cuando algo se tiene que decir, por justicia.
Los cientos de personas que han llegado a ese malecón a apoyar día y noche, son gente de las colonias populares que no corren peligro alguno de inundarse. Su solidaridad va más allá de esto.
El valor de su apoyo no se puede dejar de reconocer. Ellos llegaron a cuidar el centro histórico y los comercios y hoteles de la zona. En cambio, quienes tienen esos negocios de gran valía y hogares de familias de alto nivel, su presencia fue nula. No se les pasó por la cabeza siquiera apoyarlos con agua o un poco de alimento. Ellos como siempre están a la espera de que el gobierno le resuelva el problema o esta gente desinteresada su problema.
Ahí queda una vez más la grandeza de nuestra gente y su generosidad sin esperar nada a cambio.
Pronto, muy pronto, confiamos en que la ayuda humanitaria llegue a los miles de afectados por parte del gobierno y que, a los funcionarios de primer nivel, se les den instrucciones y se le ordenen comisiones, así como zonas para dividir la gran responsabilidad que tiene el gobierno para paliar la emergencia que estamos pasando en estos momentos. Ojalá.
Remate.- en esta emergencia como dijimos los buenos son los más, pero como hay de todo, aquellos que aprovechan la ocasión para saquear, robar y abusar, se les aplique todo el peso de la ley . No se vale aprovecharse de la desgracia de la gente y no ser castigados. Los encargados de la ley tienen la palabra.