CARTA ABIERTA
La reiteración de López Obrador sobre su abandono de la vida pública y política ha dejado muchas interrogantes en el marco del Congreso Nacional de Morena, entre ellas el futuro de su hijo ‘Andy’.
Aunque el presidente asegura que su tarea está por concluir, lo cierto es que su influencia en Morena sigue palpable.
Están los profundos lazos que lo unen a Claudia Sheinbaum, y el nombramiento de Andrés Manuel López Beltrán como secretario de Organización del partido.
Este movimiento marca el debut oficial de ‘Andy’ en la vida política, y en muchos sentidos inaugura formalmente la sucesión dentro de Morena.
El séptimo Congreso Nacional ha dejado varias lecturas, pero quizás la más destacada sea la irrupción de Andy.
Su rol irá más allá de la estructura partidista porque lo proyecta como candidato presidencial.
Su designación como una figura de alto perfil en la dirigencia es un claro mensaje de continuidad lopezobradorista.
Aunque AMLO reitere su alejamiento, la realidad es que su presencia seguirá ejerciendo un peso significativo en las decisiones del partido, ahora por medio de su hijo.
La cercanía de Sheinbaum con el presidente deja entrever que el plan sucesorio podría incluir a Andy como la ‘corcholata’ favorita.
Es difícil imaginar que AMLO, con su estilo personalista y de control, no tenga injerencia en el futuro de Morena.
Parecería que ‘Andy’ no tendrá contrapesos, porque Ricardo Monreal, coordinador de los diputados federales, también defendió su incursión en la política, destacando su capacidad y méritos propios, lo cual refuerza aún más su perfil de cara al futuro.
Morena, el partido que fundó AMLO, encuentra en la renovación de su dirigencia y la actualización de sus estatutos algo más que simples trámites burocráticos.
Hay algo más: un plan de largo alcance.
Mientras AMLO se retira (al menos en el discurso), sus ideas y su visión seguirán presentes, y es muy probable que sea Andy quien termine siendo su representación más directa.
El 22 de septiembre también se eligió a Luisa María Alcalde como su nueva dirigente nacional, la primera mujer en ocupar este cargo en la historia del partido.
Junto a ella, Carolina Rangel Gracida asumirá la Secretaría General, en un equipo que se prepara para liderar a Morena en el próximo proceso electoral.
Otro mensaje importante del Congreso fue la ausencia deliberada de AMLO en el evento, un gesto simbólico para no opacar a Sheinbaum y darle los reflectores que necesita para consolidarse como la líder del movimiento.
Esta estrategia permite a Claudia mostrarse como la heredera política sin estar bajo la sombra directa de su mentor, lo que le permite ganar autonomía y peso propio en el escenario nacional.
Por lo pronto, la sucesión morenista comenzó el domingo, con Andy al frente de la carrera y teniendo a su padre como el principal respaldo.
A ver quién se atreve a cuestionarlos dentro de estas siglas.
: LA RÚBRICA
El Congreso Nacional de Morena dejó ver el liderazgo tabasqueño en un papel central dentro del partido. Encabezados por Javier May y Yolanda Osuna, la representación de Tabasco subrayó la unidad interna. Joaquín Baños Jiménez, dirigente estatal, reafirmó la importancia de hacer eco de la estrategia seguida en los últimos años por AMLO. La delegación tabasqueña mostró la diversidad de perfiles, desde figuras experimentadas como Raúl Ojeda, hasta la exdiputada Lorena Méndez Dennis. Quedó una imagen inclusiva y representativa de las diferentes fuerzas internas… Por cierto, todo indica que Méndez Dennis será la nueva delegada federal de Bienestar en suelo tabasqueño. Esto, por sí mismo, la mete de lleno en la carrera por la gubernatura; más, cuando lo que se está pensando en postular a una mujer en 2030. La otra mujer en competencia es, desde luego, Yolanda Osuna.