La Agenda en Red

 

El anuncio de Ricardo Monreal sobre una próxima reforma fiscal en México sugiere un enfoque hacia una mayor equidad en la tributación, especialmente dirigida a los sectores más acomodados. Este tipo de medidas puede ser visto como un intento de abordar la desigualdad económica y mejorar la distribución de la riqueza en el país. Hasta aquí, todo lo mencionado parece correcto. Sin embargo, hay mucho más que analizar sobre lo que se anuncia y pretende, especialmente por el temor que existe entre la población de que el Estado quiere dar un viraje hacia el socialismo.

Lo positivo del anuncio, al menos superficialmente, es la idea de que quienes más tienen deben contribuir más; este es un principio fundamental de la justicia fiscal. La progresividad fiscal puede ayudar a financiar programas sociales y servicios públicos esenciales, que a menudo benefician a las poblaciones más vulnerables.

No obstante, es necesario reconocer que el México actual continúa enfrentando desafíos significativos en términos de desigualdad económica. La pandemia y otros factores han exacerbado estas disparidades. Una reforma fiscal bien diseñada podría ser un paso importante hacia la reducción de estas brechas. Sin embargo, la propuesta también puede ser vista como un movimiento estratégico por parte del oficialismo, ya que podría servir para ganar apoyo popular al abordar problemas de justicia social. Aun así, podría enfrentar resistencia de sectores que se sienten amenazados por un aumento en la carga tributaria.

Es crucial que cualquier reforma fiscal venga acompañada de un plan claro sobre cómo se utilizarán los fondos recaudados. La transparencia en el uso de estos recursos es esencial para mantener la confianza pública. De lo contrario, se vislumbra una crítica sobre el actuar del gobierno en relación con el uso del dinero público, especialmente cuando se informa del dispendio al regalarlo a países gobernados por dictaduras.

Para esta reforma, el gobierno debería involucrar a diferentes sectores de la sociedad en la discusión sobre la reforma fiscal. Esto incluye no solo a expertos y economistas, sino también a ciudadanos comunes que se verán afectados por estas políticas. Es importante dejar claro que esto no es algo que deba decidirse únicamente en una Cámara de Diputados con una mayoría calificada artificial, reformando sin considerar la delicadeza del tema que se anuncia.

Este asunto es muy complejo y puede generar inquietud ciudadana, especialmente por el mensaje que se envía a nuestros vecinos del norte sobre la dirección en la que se está llevando al país.

¿Lo entenderán aquellos que se sienten sobrados de poder?

Por Humberto Iduarte

Datos del autor de La Agenda en Red. Comunicador desde siempre. En 1967 contribuyó con la creación del “Fuste Universitario” y de la revista “Cultura”. Colaboración en 1989 en el diario Tabasco Hoy con la columna Opinión. Conductor del programa de televisión en Canal 10 de La Agenda en 2009 y hasta 2012. Excolaborador del diario Rumbo Nuevo con la columna política La Agenda. En redes sociales está en Facebook, YouTube y Twitter como 'La Agenda en Red' y ahora colabora en el diario Ahora Tabasco y en el Blog cartaabierta.mx.