La Agenda en Red

Este es el primero de dos reportajes sobre la presencia de Cuba en Angola, una investigación de el TOQUE con apoyo de CONNECTAS que revela un esquema de extracción de recursos y beneficios a través de una red empresarial controlada por militares de la isla que genera ingresos millonarios y se basa en la explotación laboral de miles de colaboradores cubanos

En el corazón de Luanda, a pocos metros de sitios emblemáticos como el Museo de la Moneda y la Fortaleza de San Miguel, se levanta, pretenciosa, la Clínica Meditex; un centro de salud privado propiedad de los militares de Cuba en Angola que promociona atención médica «100 % cubana» mientras «recauda millones para el régimen», acota el doctor Emilio Arteaga, colaborador en el país africano entre 2013 y 2015.

«Tú no te imaginas, cuando te hablan de internacionalismo, que en Luanda haya una clínica privada en la que cobran caro por atender a gente rica, porque la gente pobre no puede ir ahí», reflexiona el neurocirujano cubano Armando Alemán, quien trabajó en el hospital público María Pía de la capital angoleña de 2007 a 2011.

Símbolo capitalista de la Cuba socialista, este y otros negocios gestionados por el conglomerado militar Gaesa a través de la Corporación Antillana de Exportación S. A. (Antex) lucran con la contratación de servicios profesionales y se expanden en sectores claves de la economía angoleña. Sus ingresos —en cifras oficiales— rondan los 6 755 millones de dólares en el último cuarto de siglo e incluyen la seguridad nacional de Angola, así como la venta de productos de sangre y hemoderivados con ADN cubano. «Antex es una telaraña que, una vez en ella, te enreda, te asfixia y no te deja salir», explica una exfuncionaria cubana que pidió proteger su identidad.

MEDITEX Y EL FIN DEL MITO DE LA SALUD GRATUITA

En 1993, mientras Cuba atravesaba el año más oscuro del Período Especial —la peor crisis desde el triunfo de 1959— surgía en la capital angoleña la Clínica Meditex, al calor de los procesos de privatización en Angola. De las que se han podido encontrar, Meditex es la más antigua de las compañías militares cubanas creadas después de que Antex tomara el control de los negocios de Cuba en el país africano en 1989.

Con la denominación social Meditex Servicios Médicos y Farmacéuticos S. A., la clínica presume de más de 30 especialidades, 12 000 cirugías realizadas y «las más modernas tecnologías». También realiza exámenes clínicos, pruebas diagnóstico y procedimientos quirúrgicos de mínimo acceso (endoscopias y colonoscopias) que en Cuba son cada vez más escasos por la falta de recursos humanos y de materiales en el sistema de Salud Pública.

Sin embargo, el testimonio de un extrabajador del centro de Salud en 2023 a desmiente la narrativa oficial. Sergio, cuyo nombre real y lugar de residencia no serán mencionados para su protección, asegura que los precios de Meditex son «excesivamente altos» y que la diferencia con otras clínicas es que estas «cuentan con infraestructura y medios auxiliares de diagnósticos, equipamiento de última tecnología que Meditex no tiene».

«Meditex es una clínica mal distribuida. Los ascensores no están condicionados para transportar un paciente en camilla y hay que hacerlo por la escalera. O sea, se compara con [otras] clínicas a nivel de precios, pero en lo demás es como un policlínico de Cuba en infraestructura», agrega. La obsolescencia de las instalaciones, asegura, ha contribuido a dañar el prestigio del que antes gozaba la clínica.

La percepción de Sergio es que las autoridades cubanas «no quieren invertir en nada y que generalmente te culpan por no haber clientes». Por ello, presionan al personal médico para que vaya «a instituciones a “captar pacientes”» y que promueva los servicios de la clínica, «trabajo que es del departamento comercial», pero no lo hacen porque «no quieren que algunos medios sepan de su existencia», razona el excolaborador cubano.

Salvo aisladas referencias en la prensa oficial, las autoridades cubanas tampoco se hacen eco de la propiedad con fines de lucro y mantienen un velo de silencio sobre los ingresos.

Amparada por su objeto social (sociedad anónima), la empresa posee farmacias en las que se comercializan productos de la isla, no solamente médicos, sino que incluyen aguas de tocador y perfumes cubanos —según un video publicado en el perfil institucional de Facebook—. Ha abierto también sucursales como la Clínica estomatológica Meditex-Alvalade y en 2011 inauguró el Centro Oftalmológico dependiente de Meditex atendido por especialistas cubanos, ambos en calles céntricas de la capital (Rua Ramalho y Amilcar Cabral). Sin embargo, este último ya no existe, según Sergio: «Sí hay una consulta de oftalmología, pero la clínica [Meditex] no tiene especialista propio. Debe ir un especialista de otro lugar a dar consulta».

 

Entre el personal que labora en Meditex hay «especialistas cubanos de alto nivel» estrictamente «controlados por la Seguridad del Estado, más que el resto de los cooperantes» y muchos de ellos son «médicos militares y [personal] del Ministerio del Interior (Minint)», explica el doctor Arteaga. El criterio de selección parte de una «alta confiabilidad política de apoyo al régimen. Casi el 100 % eran militantes del PCC», asegura, lo que se suma a las rigurosas verificaciones como regla general que conduce Antex durante el proceso de captación.

De acuerdo con la experiencia de Sergio, tener un buen currículum y amigos en Antex también ayuda. Una vez contratados, los trabajadores son perseguidos por las cámaras de vigilancia del inmueble, por los oficiales de la Seguridad del Estado y por los funcionarios de Antex, cuyas oficinas colindan con la clínica, explica Sergio. Para ejercer el control casi absoluto, precisa, los trabajadores son alojados en los pisos superiores de Meditex por el tiempo que dure su contrato.

Pese a que la institución de Salud no declara de manera pública sus ingresos ni el precio que cobra por sus servicios, informaciones en medios de prensa y redes sociales sugieren que una consulta puede costar 90 000 kwanzas (107 USD); mientras que una prueba citológica para detectar cáncer cervical, al menos en 2021, tenía un costo de 58 878 kwanzas (70 USD), sin admitir rebajas.

 

En 2019, Jornal de Angola reveló que Meditex cobraba por un parto normal hasta 500 000 kwanzas (1 370 USD en aquel momento) tras el alta médica, mientras que la cesárea valía 700 000 kwanzas (1 918 USD). La tipología de la habitación de hospitalización y otros cuidados médicos contribuyen a un incremento en el precio, entre 800 000 y 950 000 kwanzas (2 192 y 2 603 USD).

Los accionistas de Meditex son las empresas cubanas vinculadas a Antex y solamente de 2013 a 2015, único período disponible en los documentos públicos consultados, su capital social aumentó diez veces.

Además de tener su propia clínica, los militares ubican a los sanitarios cubanos en otros centros de Salud privados en la capital. Los escasos y dispersos documentos de Antex que se han podido consultar suman 39 de ellos en las clínicas Caridad Nova Vida, Girasol y Multiperfil solamente en 2020. Asimismo, se supo de al menos una doctora ubicada en la Clínica Rosymed en años anteriores. Se desconoce la cifra total de cubanos contratados por Antex en clínicas privadas en Angola en la actualidad, aunque Sergio calcula que solo en Meditex laboran en estos momentos unos 40 colaboradores cubanos.

 

SOCIEDADES MERCANTILES Y OTRAS EMPRESAS

 

Sustentada por la contratación de servicios profesionales con protagonismo del 85 % en los sectores de Salud y de Educación, la presencia de Cuba en Angola también alcanza la actividad industrial, así como la administración empresarial e institucional. Los profesionales contratados por Antex participan en la asesoría ministerial y en la dirección de facultades en universidades y en programas docentes; en la creación de planes de trabajo y de estudio; así como en la examinación y la categorización del relevo profesional angoleño. Por concepto de intermediación, la empresa militar se agencia hasta el 91 % de lo que Angola paga por la prestación de servicios.

Por Humberto Iduarte

Datos del autor de La Agenda en Red. Comunicador desde siempre. En 1967 contribuyó con la creación del “Fuste Universitario” y de la revista “Cultura”. Colaboración en 1989 en el diario Tabasco Hoy con la columna Opinión. Conductor del programa de televisión en Canal 10 de La Agenda en 2009 y hasta 2012. Excolaborador del diario Rumbo Nuevo con la columna política La Agenda. En redes sociales está en Facebook, YouTube y Twitter como 'La Agenda en Red' y ahora colabora en el diario Ahora Tabasco y en el Blog cartaabierta.mx.