CARTA ABIERTA
Si Javier May creyó tener la oportunidad de ser gobernador de Tabasco en las próximas elecciones, puede irse despidiendo de ese propósito.
El caos generado en las dos entregas de apoyos a los damnificados por las inundaciones ha exhibido la incompetencia del secretario federal de Bienestar.
En efecto, no fue una sino dos las veces que Javier May demostró su falta de profesionalidad. La primera vez, a mediados de octubre, hubo bloqueos de caminos y protestas por la desorganización en la entrega de la ayuda federal.
Esa vez pudo pensarse en una falta de experiencia en ese primer esquema de pagos y se le dio el beneficio de la duda. Fue pretexto del acierto y el error. El caso es que el secretario de Bienestar tropezó de nuevo con la misma piedra.
El desorden causado con las ayudas de este mes fueron más graves que las de octubre. Las escenas de las aglomeraciones recorrieron todo el país, poniendo énfasis en el riesgo de aumentar el número de contagios y muertes por el COVID-19.
La gravedad del caso se acrecentó porque esas miles de gentes se arremolinaron en los puntos de entrega del dinero justo cuando el gobernador Adán Augusto anunciaba nuevas medidas restrictivas para contener el rebrote del COVID.
Ver a personas discapacitadas y de la tercera edad, muchas de ellas sin cubrebocas, haciendo fila por horas o por días para tener un apoyo de diez mil pesos puso al descubierto un punto masivo de infección del que, por los días de incubación y manifestación de los síntomas del virus, aún se desconocen sus consecuencias en las cifras de la pandemia.
Javier May quiso hacerse el valiente y el día 15 asistió al parque Tabasco para supervisar la entrega de ayudas, pero se llevó fue un repudio general que pudo terminar en un riesgo mayor para su seguridad personal. Los ciudadanos que esperaban en la fila le lanzaron todo tipo de improperios para mostrar su rabia e impotencia ante los que se les ha hecho pasar.
El presidente Obrador estará en Tabasco este sábado 19 de diciembre y tendrá que sacarle a May, otra vez, las castañas del fuego. AMLO tendrá calmar los ánimos de los afectados que han denunciado toda una serie de anomalías en la entrega de ayudas, como esas expuestas en tribuna por el diputado Carlos Mario Ramos, quien acusa a Bienestar de haber censado a cuatro vecinos de una misma familia de La Manga III que no fueron afectados por la creciente.
En términos generales, Javier May ha salido reprobado ¡dos veces! de la responsabilidad dada por Obrador. El originario de Comalcalco ha hecho quedar mal al presidente y, de paso, al gobernador. Porque muchos ya estaban culpando del caos al Gobierno estatal.
Para acabarla de arruinar, el vocero de Bienestar, Fernando Vázquez, fue dejado en ridículo en una entrevista con Emmanuel Sibilla en Telerreportaje, ya que el primero nunca salió de su monólogo alejado del sufrimiento de los afectados.
Javier May se ha cerrado a sí mismo las puertas para ser un aspirante a la gubernatura. Si ha sido incapaz de organizar una entrega de apoyos a damnificados, mucho menos tendría el oficio de dirigir las riendas de un estado tan complejo como Tabasco.
: MUY FELIZ
Muy sonriente, muy feliz, el rector de la UJAT, Guillermo Narváez, declaró a la UJAT fuera del peligro de una crisis financiera. Estaba igual de feliz por haberle salvado el pellejo a su antecesor José Piña Gutiérrez, uno de los involucrados en la Estafa Maestra y de quien no se sabe por qué se salvó de ir a prisión. Otros exfuncionarios, por mucho menos, ya están tras las rejas o sujetos a un proceso penal.