CARTA ABIERTA
Con Manuel Rodríguez y Mario Llergo como candidatos a diputados federales en Morena, en el horizonte sólo han quedado tres cartas para la alcaldía de Centro: Chucho Alí, Yolanda Osuna y Madian de los Santos.
En cada uno de ellos hay, como en todo aspirante, fortalezas y debilidades que son analizados por los barones del partido a fin de tomar la decisión final, misma que habrá de ser anunciada a finales de este mes.
Los morenistas analizan quién de ellos tres puede ganarle a una oposición armada hasta los dientes, con un PRI donde se habla de Andrés Granier, con un PRD apostando a Manuel Andrade y a un Movimiento Ciudadano en pláticas con Gerardo Gaudiano.
Ante esta talla de competidores, lo peor que podría pasarle a Morena es caer en la tentación de fabricar un candidato al vapor, mucho menos cuando los tiempos de la pandemia impiden hacer una campaña a ras de tierra, con actos multitudinarios. Es decir, no hay lugar para que un abanderado producto de las ocurrencias pueda hacerse un sitio real en el ánimo de los electores.
En principio, a Yolanda Osuna la respaldan los cargos que como secretaria de Turismo y de Cultura ocupó respectivamente en los gobiernos de Arturo Núñez y Adán Augusto. Con Roberto Madrazo fue subsecretaria de Educación. Como mujer, se ha destacado por dar un fuerte impulso a las bellas artes y a las manifestaciones folclóricas de Tabasco. Se sabe que es una amante de la lectura. En cuestiones políticas se tienen pocos o ningún dato sobre su desempeño partidista. Se le ve como una dama honesta, con pulcra fama pública.
Madian de los Santos Chacón se ha forjado desde las bases de la política tabasqueña, siempre al lado de Evaristo Hernández Cruz, su mentor y maestro. Fue su asesor cuando el actual alcalde era diputado local.
En las dos gestiones en la presidencia municipal de Evaristo, Madian ocupó importantes cargos públicos. La primera vez como director de Desarrollo Agropecuario y la segunda como secretario del Ayuntamiento. También coordinó las dos campañas a la alcaldía, lo que le dio mucho conocimiento del sentir ciudadano y de la forma de hacer política real, frente a frente a los reclamos ciudadanos. Jamás ha sido señalado por alguna irregularidad en sus desempeños públicos.
Jesús Alí de la Torre es, dentro de la política tabasqueña, uno de los que registra más amplia trayectoria partidista y en el servicio público. Ha sido diputado federal, diputado local, dirigente de la CNOP, presidente de la Fundación Colosio y alcalde del Ayuntamiento de Centro. En el cénit de su desempeño fue dos veces candidato a la gubernatura de Tabasco (una por el PRI y otra de carácter ciudadano) y en esta administración fue coordinador de Enlace y Vinculación Institucional del Gobierno de Tabasco.
Los cargos de elección le sirvieron para lograr una conexión directa con el electorado de Tabasco. En la alcaldía conoció el municipio y su candidatura a gobernador le permitió recorrer todo el estado. Como legislador local y federal impulsó varias iniciativas, entonces innovadoras, que hoy son una realidad (como prohibir la venta de bolsas y otros productos de plástico a fin de proteger el medio ambiente). En el Gobierno de Núñez se enfrentó a una persecución política de la que salió airoso al demostrar su inocencia ante los falsos cargos que se le imputaron en su gestión como alcalde.
Y bien, estas son las tres cartas que Morena tiene sobre la mesa para decidir cuál de ellos garantiza la tan necesaria victoria. Un triunfo sobre el que descansa gran parte del futuro del sexenio de Adán Augusto. El sentido común toca a las puertas de Morena. ¿Las abrirá el partido?