PARA USTED
El término “campaña” (para esta entrega es de manera específica, política) , se deriva del término militar francés “campagne”, que significa campo abierto; utilizado primero para denotar la cantidad de tiempo que un ejército podía mantenerse en el campo y más tarde, para designar una operación bélica particular.
Ya en nuestros días y tras pasar de significado ha significado, se conoce con el término de campaña política, al esfuerzo de hacer que alguien sea electo en un puesto público, particularmente a la fase de proselitismo abierto y activo.
Actualmente, las campañas electorales son, por un lado, procesos intensos de investigación, comunicación, proselitismo, organización, movilización, cortejo y defensa del voto que realizan los partidos, los candidatos y sus simpatizantes en la búsqueda de espacios de representación pública, y por el otro, esfuerzos de persuasión hacia los votantes para evitar que sus opositores ganen las elecciones.
Es decir, toda campaña implica un frente de atracción de votos para la causa propia y otro de repulsión de sufragios para sus adversarios.
En este sentido, en toda campaña electoral se tienen que dar razones poderosas y suficientes, así como movilizar sentimientos y emociones para que los ciudadanos voten por una determinada alternativa electoral y dar razones suficientes también para que no voten por los opositores.
En estos ejercicios de denostación, cortejo y persuasión se utilizan una serie de recursos tanto humanos como materiales y económicos, así como el recurso tiempo con el fin de ganar las elecciones.
Sin embargo, una campaña implica mucho más que un proceso de ataque, cortejo y persuasión política, ya que la circunstancia, el entorno, los momentos y, sobre todo, la coyuntura en la que se presenta la elección, así como los intereses (económicos, políticos y sociales) en juego, inciden directamente en el propio proceso electoral.
Las campañas no son un tema sólo de personalidades, sino también de estructuras, de maquinarias electores, ya que nadie puede ganar por sí solo la elección, por lo que siempre se requiere la presencia de un equipo de campaña y una o más estructuras que la sustenten. Dicho todo esto, vayamos.
La gran mayoría de los militantes y simpatizantes de Morena en Tabasco, pero de manera muy especial, la prensa oficialista del vinotinto integrada por chairos, aplaudidores, club de focas, matraqueros, porristas, gana pan, gana gracias y demás, se desgarran las vestiduras cada vez que pueden, al asegurar que la jornada electoral del 6 de junio próximo, será un “día de campo” o “domingo de Kermesse”, para el partido en el poder, dado que van arrasar con todo el botín electoral.
Aquí cabe aclarar, por parte de este reportero, que he tenido la oportunidad de platicar con diversos funcionarios públicos del actual gobierno estatal (de primer nivel, segundones y “la perrada”), y hay coincidencias, en el sentido de que el panorama electoral es difícil y complicado para Morena; muy a pesar que tienen a su favor todas las herramientas políticas, financieras (sobre todo), de operación, institucionales, cuerpos policiacos, autoridades y tribunales electorales, para salir airosos de la “batalla”.
En esa tesitura, Morena Tabasco, la tiene difícil y complicada (la jornada comicial del domingo 6 de Junio), dado que tiene que defender y ofertar el actual sistema, por lo que se considera casi una odisea, incrementar y, ni se diga, sostener o conservar lo que ganaron en el 2018, cuando se dio el “6 de 6”; aunque ahora vayan por el “3 de 3”.
Por principio de cuentas, no estará en las boletas electorales el Presidente Andrés Manuel López Obrador, lo cual no será imán que atraerá electores (de hecho está comprobado que las votaciones siempre se caen en las intermedias, puesto que apenas van a votar un 40 por ciento, cuando mucho, del padrón electoral), aparte que no son atrayentes estos comicios.
Ojo con este dato: Morena como partido político no existe en Tabasco; es solo un movimiento inspirado en que las gentes se sienten identificadas con su creador, Andrés Manuel López Obrador; vaya, no se sienten identificadas ni con el partido como tal. Morena, no ha caminado con el gobierno estatal ni municipal; ni el gobierno estatal ha volteado a ver a su partido.
Ni con los diputados federales y Senadores de Morena, los tabasqueños muestran, sienten y tienen simpatías o empatías; los ignoran y aquellos, también.
Muy importante, Andrés Manuel López Obrador, no podrá pedir o solicitar el voto para Morena (de hecho, ayer en la mañanera, les leyó la Letanía, a los gobiernos morenistas de todo el país y a su propio partido); de la misma manera y a nivel nacional, pero también en el ámbito tabasqueño, Morena, tiene una grave crisis interna, entre grupos y personajes. Aquí en la tierra natal del Presidente, hay dos dirigencias locales.
En este punto, cabe aclarar, que al gobernador Adán Augusto López Hernández, no le interesan ninguna de las dos dirigencias; vaya, ni las toma en cuenta o le quitan el sueño, porque él personalmente dirige y dirigirá la estrategia político electoral de “su” gobierno, para mantener los hilos del poder; a menos, sin contrapesos y sin tener que rendirle cuentas a nadie.
En La Línea de Fuego**En Tabasco, los tabasqueños están y se sienten identificados con Andrés Manuel López Obrador, pero no con Adán Augusto López Hernández; no hay empatía con el Ejecutivo estatal; y mucho menos con el alcalde de Centro, Evaristo Hernández Cruz (entre ambos tampoco)**Pero lo que salta rápidamente a la vista de todos los tabasqueños, es sin duda alguna, la inacción del gobierno estatal; en Tabasco solo hay obras federales y con recursos federales; ¿pruebas?, la refinería de Dos Bocas, el o los Distribuidores viales; la remodelación o rescate de los Malecones; el desazolve de los ríos; todo, todo, del gobierno federal. Obras magnas o insignias, con recursos estatales, no hay; y la gente lo sabe.
En La Línea de Golpeo**Nada que el pueblo de Tabasco, les pueda agradecer a sus autoridades; el gobierno estatal se desatendió de las necesidades de los tabasqueños para dejar que todo lo hiciera el gobierno de la república (federal)**No han visto, ni sentido la sensibilidad gubernamental para enfrentar la pandemia del covid 19 o coronavirus; las pasadas inundaciones, fueron pésimas en cuanto a la calificación que los tabasqueños le dieron a sus autoridades; no hay atención a los grupos vulnerables como antes; discapacitados, estudiantes, mujeres, ancianos.
Los Malosos**Hay visos claros de corrupción en cuanto a la asignación de obras y contratos de proveeduría de bienes y servicios**En el gabinete estatal ni en el municipal, hay morenistas puros; son puros priistas y chapulines, plenamente identificados y que defienden los intereses de la élite económica** No hay identidad partidista del gobierno y viceversa; pero eso sí, un menosprecio a la indiada, que pa qué les cuento. **buen fin de semana**hasta el lunes Dios mediante.