CARTA ABIERTA

A como van las cosas, pronto ni el barrendero quedará en el PRD que regentea Juan Manuel Fócil por medio del dirigente estatal, su marioneta Javier Cabrera Sandoval. El dueño de la franquicia del Sol Azteca dice no estar preocupado, aunque lo cierto es que sí lo está, y mucho.

La dimisión del excoordinador de la bancada en el Congreso local, Agustín Silva, se suma a una serie de hechos recientes que exponen cómo el PRD vive sus últimas horas en Tabasco. Es evidente, además, que ni siquiera meterá las manos en las elecciones del 6 de junio.

Sin ánimo de ser exhaustivos, estos son algunos de los hechos del desastre perredista:

  1.  Hace unas semanas, Gerardo Gaudiano presentó su renuncia al mostrar sus diferencias con la manera en que el senador Fócil ha venido manejando las riendas del partido. Con él se fueron la secretaria general y varios otros cuadros de importancia. Fue una salida importante porque el excandidato a la gubernatura era uno de los emblemas del perredismo estatal y nacional. 
  2. Días más tarde, se anunció la postulación de Manuel Andrade a la alcaldía de Centro. La candidatura del exgobernador se dio en medio de una franca división de los miembros del Consejo Político, ya que la mitad de ellos votó contra esa elección.
  3. El expresidente del Consejo Político del partido, Roberto Romero del Valle, presentó una protesta contra la designación de Manuel Andrade al considerar que su postulación se había hecho violando los estatutos.
  4. Una de las razones del desacuerdo de los perredistas en la postulación de Andrade radica en sus antecedentes como represor del partido.
  5. La renuncia de Agustín Silva se registra en el marco de ese descontento generalizado ya que este se había quedado sin ningún margen de maniobra política.
  6. Lo más llamativo de todas estas renuncias, desacuerdos e impugnaciones radica en que el señor Fócil ha logrado unir a todos los perredistas, pero en su contra.
  7. Los renunciantes son de diferentes grupos políticos. Gaudiano, por ejemplo, es de una corriente antagónica a la de Silva. Es más, se sabe que ambos mantuvieron muy fuertes diferencias durante largos años, unas diferencias que se agudizaron en la elección de 2018.
  8. Al tomar al partido como una propiedad personal, Fócil se ha deshecho de amigos y enemigos por igual y esto es algo que no pinta un buen futuro para el partido en las elecciones de junio.
  9. Por si esa desbandada de amigos y enemigos no fuera suficiente, se suman los ecos del mal gobierno realizado por Arturo Núñez. Como se publicó en la columna de ayer, la sombra del exmandatario estará presente en las campañas del PRD. Núñez será un lastre para el partido y esto lo sabe muy bien el senador y su pequeña corte de aduladores.
  10. Otro punto adverso es el fracaso en la alianza que pretendía alcanzarse con el PRI y el PAN. Por ejemplo, el exdirigente del PRI, Félix Sarracino, señaló a Fócil como el responsable de haber ‘tronado’ los acuerdos al pretender ‘agandallarse’ varias candidaturas en municipios donde el PRD no tenía ningún chance de ganar.

En general, esta es la realidad de un partido que con Arturo Núñez gobernó durante seis años en Tabasco, de un partido que con Obrador encabezó la lucha por un cambio en la política estatal. Ahora no queda nada más que el recuerdo. La dimisión de Silva así lo confirma. Fócil está dispuesto a seguir mandando en el partido, así sea sobre cadáveres insepultos.

Agustín Silva

Por Jorge Núñez

Periodista nacido en Villahermosa, Tabasco. Ha sido reportero de los diarios Contacto y a. m. de León, Guanajuato, además de Tabasco Hoy y Milenio Tabasco. También estuvo como jefe de la oficina del diario Correo de Guanajuato en la ciudad de León. Fue jefe Información de Diario Presente. Ha cubierto campañas presidenciales y a la gubernatura. Desde hace doce años es autor de la columna CARTA ABIERTA, publicada en varios portales electrónicos Twitter: @jorgenunez63