CDMX. La reforma eléctrica aprobada este martes por mayoría en la Cámara de Diputados federal desmontará el modelo de exenciones, privilegios y de prácticas monopólicas que la llamada Reforma Energética impuso a favor de los generadores privados, favoreciéndolos con subsidios que alcanzan hasta 250 mil millones de pesos al año, en detrimento de las finanzas nacionales, sentenció el presidente de la Comisión de Energía en San Lázaro, Manuel Rodríguez González.
Aseveró que la iniciativa impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador dará verdaderamente paso a un sistema eléctrico con vocación social, que provea de energía limpia y de calidad, con tarifas más económicas, a los usuarios domésticos, pero también a la industria y el comercio, dando con ello, enfatizó, un viraje que garantice que ‘la electricidad sea vista como un servicio y ya no como un negocio de unos cuantos’.
Arropado por la mayoría del grupo parlamentario de Morena, desde la máxima tribuna popular de la Nación, el diputado federal por Tabasco presentó el dictamen de la Comisión de Energía, con proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley de la Industria Eléctrica.
En medio de un intenso debate legislativo, que inició el mediodía y se prolongó hasta la noche, la mayoría de Morena y sus aliados del PT y PES sacaron adelante el dictamen que antepone los intereses del pueblo, al plantear un rescate de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), para garantizar la confiabilidad y seguridad del Sistema Eléctrico Nacional, manteniendo tarifas bajas, e inclusive reduciéndolas.
Manuel Rodríguez argumentó que los cambios al marco normativo, de ninguna manera implican la concesión de un trato preferencial a la CFE en detrimento de los competidores privados del mercado eléctrico mayorista que, en 2020, precisó, tuvieron una participación de 60.6 por ciento, ‘y así continuarán’.
‘Es falso que tenga la intención de impedir la libre competencia; el fondo de la iniciativa es recuperar la función rectora y de planeación del Estado en un área estratégica como la eléctrica, para garantizar la seguridad energética y la Seguridad Nacional’, reviró.
Señaló que con la reforma se plantea construir un piso parejo para todas las empresas generadoras, con la finalidad de garantizar la libre concurrencia y la libre competencia, y al mismo tiempo recuperar la soberanía y seguridad energéticas de México.
Detendrá ‘sangría’ financiera de CFE
Rodríguez González afirmó que la iniciativa presidencial, que fue sometida a Parlamento Abierto para su escrutinio ciudadano, es clara y categórica: ‘detener la sangría financiera de la CFE, por los subsidios a los generadores privados, cuya factura es transferida a los contribuyentes y consumidores finales’.
Hizo ver la necesidad de acabar con el circulo vicioso de inequidad que le impuso la Reforma Energética a la CFE, al obligarla a competir en el mercado en condiciones de inequidad y desigualdad, con criterios de despacho con costos simulados y un régimen de auto abasto que derivó en un mercado paralelo y disfrazado, que arrebata a la empresa nacional a través de prácticas de dumping, el 15 por ciento de clientes del mercado.
El legislador federal de Morena denunció que México se ha convertido en un paraíso para los proyectos de inversión en energías renovables, ya que además de los ‘subsidios ocultos’ que reciben, la Ley de Impuesto Sobre la Renta les permite una deducibilidad de un 100 por ciento para maquinaria y equipo para la generación de energía.
Dejó claro que en ninguna parte de los cambios propuestos a la Ley de la Industria Eléctrica se establece un bloqueo a las energías limpias, pero sí establece que para proyectos futuros, los parques eólicos y solares de los privados ‘tendrán que incluir la planta de respaldo que garantice la continuidad de su servicio, algo que hoy cubre CFE pero con costo a sus finanzas, no de las empresas’.
Dijo que con las reglas mandatadas por la Reforma Energética de Enrique Peña Nieto los únicos beneficiados resultaron los generadores privados, la gran mayoría de ellos, observó, de origen extranjero ‘que mintieron al decir que traían inversiones a México, cuando sólo trajeron tecnología y proyectos que al final fueron financiados por la banca de desarrollo mexicana, es decir, ‘con dinero del pueblo’.
En una larga sesión semipresencial, Manuel Rodríguez puntualizó que la discusión de la reforma eléctrica una vez más sometió al escrutinio popular dos visiones de México: ‘una de libre mercado, de dejar todo a los grandes capitales, y otra de tipo progresista, que está pensada en los ciudadanos, incluidos la gran mayoría de los empresarios, y sus intereses’.