EL TÍO VIVO
No se puede separar la conmemoración del Día Internacional de la Mujer en nuestro país, en este 2021, de la decisión del partido en poder, de imponer a un cuestionado personaje como su candidato a gobernador en el estado de Guerrero.
La inclusión con evidente calzador de Félix Salgado Macedonio como abanderado morenista, es a todas luces una orden que pasa por encima de una real decisión de la militancia o de la sociedad guerrerense que apoya a ese partido. Se lee pues, como el pago de alguna factura o el cumplimiento de acuerdos de la nomenclatura de Morena con el polémico aspirante, quien algo muy grande debe haber aportado para que se le cumpla un capricho.
La lucha feminista tiene como una de sus principales banderas, combatir actitudes como la que en este caso se está viviendo. El abuso, la falta de justicia y sobre todo, la burla de las víctimas son exactamente los reclamos que con justa razón esgrimen los grupos feministas y que en este año, alrededor de la fecha conmemorativa, el partido en el poder, les restriega en la cara que nada de lo que exigen vale tanto como para modificar una decisión cupular.
El costo de esta acción, sin duda lo lleva Morena, pero tampoco está en duda que ello no haya sido evaluado ya por quienes tienen el poder de decisión en el partido ni que hayan aceptado correr el riesgo, a sabiendas que en México todo se puede; hasta hacer ganar a un individuo señalado de abusar sexualmente a varias mujeres.
La candidatura de Félix Salgado Macedonio es un tema que va más allá del ámbito interno de un partido político, es un asunto que agrede la integridad que debe tener el quehacer público y que ha provocado que todas las mujeres que participan en política alcen su voz en contra. Todas, menos las mujeres de Morena.
La inclusión de Salgado en el proceso ha evidenciado que aún hay una terrible dominación de los hombres en las esferas del poder, no únicamente por el hecho de imponer su candidatura, sino porque es evidente que quienes no han levantado la voz son las militantes del partido en el poder. La sumisión a la que se han visto obligadas es una prueba más de que tienen las manos atadas y la palabra silenciada. “Calladitas, se ven…”
Antes de bajarnos del caballito…
El lunes irá al Congreso local la dirigencia perredista a pedir que no se incluya en su bancada a Agustín Silva. El nuñista ha sido desde que inició la actual legislatura un silencioso aliado de la fracción mayoritaria y tendrá, por fuerza, que quitarse el antifaz…