CABALA
En el país, en los últimos días se han registrado atentados contra dos candidatos de Morena y uno del PRI, todos ellos asesinados. En el escenario local, suman dos atentados que “afortunadamente” no han llegado a consolidarse.
Este escenario indica desde luego que el crimen organizado continúa inmerso en la médula espinal del sistema político mexicano, no siendo propio o exclusivo de escenarios locales.
Ayer, el diputado Gerald Washington Herrera Castellanos, presentó en tribuna los resultados del Segundo Reporte de Violencia contra Políticos en México 2021, de la consultora Etellekt, que arrojó las cifras desde que arrancó el proceso electoral 2020-2021, hasta el 5 de marzo pasado, en la que registró 205 agresiones contra políticos.
De estas 47 fueron de aspirantes de los cuales 14 perdieron la vida en igual número de atentados, convirtiendo la elección de 2021 en la segunda más violenta en las últimas dos décadas.
El mismo informe indicó que la violencia política se focaliza en aspirantes a cargos municipales y que el número de agresiones contra personas dedicadas al ámbito político ha venido aumentando, en comparación con el mismo periodo de tiempo del proceso electoral de 2018.
Desde los lamentables sucesos de 2009 con el asesinato de la familia de Pepe Fuentes ( QEPD), en Tabasco cada proceso electoral se generan inquietudes, miedos y temores, para no repetir escenarios tenebrosos que alimentan la imaginación de la gente.
Por ello, el llamado desde el congreso para sumar esfuerzos que alejen de esta elección un baño de sangre electoral, debe llamar la atención de todos.
Partidos políticos, aspirantes y candidatos; Autoridades electorales, gobiernos en todos sus niveles, medios de comunicación, en una amalgama de responsabilidad integral deben alentar acciones preventivas necesarias para garantizar un proceso electoral en paz y sin violencia.
Es evidente que en cada proceso electoral, aparecen grupos interesados en promover la inestabilidad política y social del país y el estado; generar escenarios de desconfianza y terror ha sido una constante cada proceso lectivo.
Pero nadie en su sano juicio, puede desear que el proceso electoral intermedio se salga de control.
El llamado y su respuesta debe hacer eco. Todos deseamos una elección tranquila y en paz.
KYBALIÓN.- En el recuento de los daños en el PRI y el PRD a ocasión de la postulación de sus candidatos hasta el momento le son desfavorables al sol azteca.
Los perredistas después de la postulación de Manuel Andrade, han tenido dos bajas sensibles: Gerardo Gaudiano Rovirosa y Auldárico Hernández Gerónimo.
Desmantelar al PRD deja como sobreviviente en ese partido al grupo político de Juan Manuel Fócil Pérez, que no tiene otra que navegar con sus acuerdos internos de aquí al 2024.
En el PRI, las bajas después de la salida de MAD ha sido ligth, navegando ahora con la barcaza granierista y un Dagoberto Lara reinventándose todos los días.
En Morena, el retorno de los brujos está generando inquietudes y así se mantendrá hasta el seis de abril próximo.