CARTA ABIERTA
Los elogios desbordados de algunos opinadores hacia Manuel Andrade no son casuales. Nacen en el sentido de que podría ser el verdadero adversario de Andrés Granier en caso de que Yolanda Osuna no ‘levante’ de aquí al 6 de junio.
El neoperredista se presenta como el ‘plan B’ de los estrategas electorales a fin de no dar paso a un rompimiento de la 4T en Tabasco. Si bien el Químico ha dado muestras fehacientes de que no será un obstáculo para la gobernabilidad de Villahermosa y del resto del estado, hay quienes opinan que Andrade es mucho más cercano al gobernador Adán Augusto y que esto no incomodaría a Morena.
En el colmo de las especulaciones, hay quienes piensan que el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, estaría dando paso a una estructura alterna que le arrimará el hombro a Manuel Andrade en caso de ver el peligro de una derrota inminente ante el Químico.
La idea, aunque extraña, no es del todo descabellada si se recuerdan los lazos cercanos que Manuel Andrade ha tenido con el gobernador de Tabasco. Para no ir más lejos, el papá de Manuelito tuvo a Adán como su coordinador de campaña para la elección del año 2000, esa que anuló el Tribunal Electoral del Poder Electoral de la Federación.
Manuel Andrade y Adán Augusto tomaron a partir de ahí caminos diferentes, el primero ganando la gubernatura para el PRI en 2001 y el segundo afianzando su cercanía con el proyecto de Obrador, aunque jamás perdieron la cercanía y el afecto.
Una prueba de este respeto recíproco se confirmó con el accidente del 14 de agosto de 2020, donde el exmandatario salió prácticamente ileso tras chocar con un moto-taxi en la carretera Villahermosa- La Isla a la altura del fraccionamiento Las Torres.
Aunque en las redes sociales se le exhibió de fea manera —en paños menores, a punto de ser agredido por una turba de habitantes y asegurando que conducía en estado de ebriedad—, las autoridades estatales le dispensaron un trato digno y apegado a la ley, sin tratar de sacar renta política. Todo esto muy a pesar de que Andrade, quien entonces buscaba ser candidato a diputado federal o alcalde de Centro por el PRI, mantenía una fuerte actitud crítica hacia el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Si bien la mesa estaba puesta para ‘enterrar’ políticamente a un adversario de la 4T y del presidente, las autoridades estatales optaron por evitar un mayor escarnio hacia el exmandatario. Y como en política no hay casualidades, bien pudo ser una muestra del respeto y el afecto del gobernador hacia su amigo.
En este entendido, una posible victoria de Manuel Andrade en Centro no sería tan mala noticia para un Mario Delgado que ha insistido en postular a una candidata como Yolanda Osuna que no concita mucha confianza en una victoria ante Andrés Granier. Yolanda Osuna es muy apreciada en los círculos sociales y políticos, carece de algún lastre de corrupción que se le pueda señalar, pero, por el contrario, le falta experiencia política y, lo más importante, le pesa su casi nula identificación con los morenistas de a pie, en quienes no concita emoción alguna.
En las próximas horas de este lunes, Morena dará a conocer la lista de los candidatos a alcaldes y diputados y a menos que haya una sorpresa sin precedente, Osuna será anunciada como candidata a la alcaldía de Centro. Si bien la primera parte del trabajo será superada, ahora vendrá lo más difícil: hacerla ganar en las votaciones.
Es aquí done surge el ‘Plan B’ que significa ver con simpatía a un Manuel Andrade que tiene una buena relación con el gobernador. En cuanto a estructuras formadas, el PRD la tiene mucho más consolidada que Morena y esto contará mucho al mover a un electorado en los tiempos de la pandemia.
Este es el extraño panorama que se presenta ante la necesidad de enfrentar a Granier con las mejores armas de una izquierda tabasqueña que, en este caso particular, podría estar remando para el mismo lado.