LA AGENDA EN RED
Esta nota es de un diario nacional y la trascribo para dar inicio y profundizarnos en el tema que tiene a millones de mexicanos en la total incertidumbre aterrorizados de lo que pasará y si podrán sobrevivir a esta pandemia.
El temor o terror a perder la vida o la de un ser querido, ha hecho que personas busquen desesperadamente que le apliquen una vacuna para poder salvarse. He aquí este texto que se subió ayer y lo que puede este representar por esta experiencia que se vivió es forma parte de una alerta ante esta inseguridad en la que se vive.
Veamos: “En la Ciudad de México, dos hombres que no cumplían el requisito de edad para la vacuna antiCOVID-19 están detenidos luego de acudir disfrazados de ancianos a un punto de vacunación en la capital del país, así lo reveló la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum. Los dos hombres fueron detenidos con prisión justificada por falsificar documentos oficiales, que es un delito, en el proceso de vacunación, dijo Claudia Sheinbaum en rueda de prensa”
Así que por lo visto a ellos les espera la prisión por el delito de falsificación de documentos oficiales. Esto que conocemos no es una cuestión para crítica, ni mucho menos, para juzgar duramente este procedimiento de estas personas.
Aquí lo que debemos de comprender y entender, es que ya hay terror en gran parte de la población por la lentitud de la aplicación de estas vacunas y más por no conocer cuando podrán estar a salvo. Hay miedo de que no se les aplique esta vacuna y con ello, perder la vida por el alto porcentaje de letalidad que hay en el país. Lo que hicieron esta persona es solo un producto ante esta incertidumbre en la que vivimos. El tiempo de espera viene siendo el peor enemigo de la gente.
Lo que hoy se vive es solamente un reflejo de la angustia de la gente en estos tiempos por no saber que les depara el futuro.
Todo esto es por la ansiedad por lo que se conoce por los medios de comunicación por la forma en que muchos países ya están aplicando las vacunas en grandes cantidades, asegurando con estas acciones a su pueblo, la seguridad requerida.
Todo esto hace que la gente reflexione y compare, y el gobierno para mala suerte de todos, saca la peor de las partes.
Hay causas por lo que así se opina debido a la opacidad del gobierno federal ante esta estrategia de vacunación que a como se ve, ha sido un gran fracaso.
La gente observa cómo se desarrolla el programa nacional de vacunación, pero a pesar de los esfuerzos de los encargados de la aplicación de las vacunas, esto queda rebasado.
Hay varios puntos que están en la mente de millones de mexicanos y que causa una molestia ascendente. Dentro de ellos está la gran lentitud del gobierno para adquirir estas vacunas, la poca información que da el Estado de estas compras, las fechas de entrega, los costos y, sobre todo, la capacidad que se tenga de aplicación. Todo esto son los puntos negativos que tiene más que preocupados y molestos a gran parte de la ciudadanía.
El día de ayer en la mañanera, el presidente López Obrador, ante las presiones del alud de opiniones y críticas por la mala estrategia ante la pandemia tuvo que decir que él personalmente se haría cargo de este complicado problema que está en puerta.
México, de acuerdo con su población, necesita tener y aplicar por lo menos un millón de vacunas diariamente. Todo lo que se diga o haga el mandatario, no servirá de mucho debido a que será complicado resolverlo por no tener proveedores que les entregue estas cantidades de vacunas que se requieren.
Ciertamente que somos un país del tercer mundo, pero ante este flagelo, debió el actual gobierno haber hecho las cosas con mayor capacidad y destreza para estar a la altura de los mejores.
Todo por lo que ahora se pasa, solo es el resultado de las vacilaciones y tiempo perdido, la falta de seriedad desde el inicio de la pandemia por parte del propio presidente, la ausencia de capacidad de los funcionarios encargados de las adquisiciones de vacunas, la programación de los recursos necesarios para adquirirlos por adelantado, y muchas cosas más. Todos estos errores son los que nos tienen con una tasa de mortalidad altísima.
El gobierno, en resumen, y para ser claro, simplemente falló y no estuvo a la altura de las circunstancias.
Ahora a orar por los nuestros para que, en este tiempo indefinido, no seamos víctimas de la indolencia y la incapacidad de un presidente en que muchos confiamos, pero que, ante la ausencia de comportarse como estadista, nos falló y ahora estamos a la deriva por esta pandemia.