LA AGENDA EN RED
Estos últimos días hemos conocido como el aspirante a la presidencia de Centro, Andrés Granier Melo ha solicitado al IEPCT y a la propia Secretaría de Seguridad Pública del gobierno del Estado, seguridad personal para él y su junior Fabian por temor -eso argumenta- de que sean sujetos a un supuesto atentado en su contra.
Esto que se dio a conocer hace ver esta solicitud como una vil estrategia de publicidad, y hasta gratuita, fabricada por sus costosos asesores con el fin de tratar de incrementar su imagen de un hombre victimizado por las autoridades.
La estrategia de un exconvicto como Granier es ilimitada por su desfachatez.
Tratar de sorprender a la ciudadanía con estos argumentos tal como lo hizo con el sistema penal del país para evadir estar en la cárcel y pasar más de 5 años en un hospital de mujeres por el peligro que corría su salud, se necesita tener tres dedos de desvergüenza.
Así es y ha sido el hoy candidato a una presidencia municipal en Tabasco toda su vida.
Andrés es un ser lleno de estrategias para poder hacer y evadir su responsabilidad en todos los malos actos cometidos durante su vida política.
El principal acto es el de haber saqueado a su propio estado en su etapa de gobernador, y mentirse a sí mismo, sabedor de que en su interior si lo hizo.
Todo esto nos lleva a creer seriamente que Andrés Granier es simplemente un mitómano. Si leemos la definición de un psicólogo sobre el tema tendríamos que aceptar que esta enfermedad si la padece el “chelito”. Veamos:
La mitomanía es un trastorno del comportamiento. La persona que lo padece es adicta a mentir. El psicólogo Juan Moisés de la Serna, que ha tratado a varias personas con este problema, considera que «el mitómano busca con sus engaños la aceptación de los demás. Esto es, compensar sus bajos niveles de autoestima». Un retrato exacto de Andrés Granier Melo.
Pero Granier no es solo el único que tiene este trastorno de mentir, en lo personal he conocido a varios exfuncionarios que después de haber sido señalados como corruptos, ellos cuando platican de su gestión, no aceptan por ningún motivo lo obvio, que sus riquezas provienen de sus innumerables actos de alta corrupción durante su gestión gubernamental.
Así pasa ahora con el “chelito” quien se dice repetidamente que inocente y que todo ha sido producto de una persecución política en su contra.
Los actos que conocemos de él y de la corrupción de la mayoría de sus funcionarios que lo acompañaron es innegable, algunos de ellos salieron hasta multimillonarios y para acabarla, hasta hoy, el brazo de la justicia no los ha tocado. Sólo a algunos que hasta ahora están sujetos a juicios, nadie más.
Pero, hay uno que representa el lado más oscuro de Andrés Granier, y este es su socio, Amílcar Sala. Una persona de quien nadie habla, ni menciona pero que todos saben que fue el autor intelectual del brutal saqueo a Tabasco. Este es un capítulo que todavía está por estrenarse en esta terrible historia de uno de los saqueos más inhumanos hecho al erario de Tabasco.
Lo hemos dicho en esta Agenda desde antes que el hoy dueño del PRI Estatal usurpara esta candidatura; y lo dijimos en que el antes bien querido como amigo y químico, Andrés Granier estaría muy endeble por tanta cola que tiene que le pisen.
Y es tan larga que poco a poco le irán sacando sus pecados cometidos como gobernador para ir bajando su ambición de volver a pisar el poder.
Pero qué necesidad de esto nos preguntamos. ¡Era tan necesario “lavar” su nombre con tanta suciedad en su transitar político?
Después de haber sido liberado, creemos que debió, por su propia salud física, retirarse después de haber obtenido su liberación y cuidarse de no volverse a infartar o contagiarse de Covid en este intento que puede serle costoso.
¡Vale tanto lo que su enfermedad mental y su hambre de poder le dicta? Si es así, esto lo hace ver como un ser insaciable. Contra esto, no hay remedio. No hay más que decir.