CABALA
Desde septiembre de 2009, cuando nos horrorizamos de la tragedia de la familia Fuentes Esperón, alejamos de nuestra agenda una acción similar durante los siguientes procesos electorales.
Nadie en su sano juicio, puede alentar una tragedia de esas en mayor o menor grado.
En el país sin embargo, se están desarrollando ejecuciones de candidatos que han vulnerado cuadros de todos los colores, no específicamente uno en particular.
Es parte ya de los escenarios “normales” en “zonas calientes” tomados como bases del crimen organizado.
PRI, PVEM y Morena, registran en este 2021 la agenda de ejecuciones de abanderados a cargos de elección popular, por ello, nos debe llamar la atención, no solo a medios, sino a las autoridades electorales y de seguridad, los dos sucesos registrados durante la primera semana de campaña en Tabasco.
La agresión a la abanderada panista en el distrito 10 es reflejo desde luego a la “campaña de odio” que se desarrollado en México, entre conservadores y liberales.
Más psicológica que sangrienta, también forma parte del enrarecimiento del proceso intermedio.
Desde luego que el deceso de un activista del PRD en Jonuta, después de actos de vandalismo urbano, también es importante.
Ambos sucesos, se ubican en los ambientes “tóxicos” de una jornada electoral, que abren el camino a una ruta que no deseamos en este 2021.
Requieren de acciones puntuales en el terreno de la seguridad, desde luego también del compromiso de las autoridades electorales y de los partidos políticos en competencia.
Enrarecer el ambiente enciende las luces de color ambar y ahuyenta a los ciudadanos primero de las campañas y después de las urnas.
Semáforo epidemiológico debe ir a la par del semáforo electoral, si queremos que las campañas terminen bien y se decida en las casillas y con el voto.
Tabasco no merece “baños de sangre”.
Kybalión.- A una semana de arrancar campañas, los reportes en el cuarto de guerra de Morena en Centro, ubican con excelentes condiciones de competencia los distritos diez, veintiuno y competido hasta muy cerrado en el distrito seis, pero abonando a la abanderada Yolanda Osuna.
Sin embargo, los “focos rojos” en Morena están encendidos en el resto de los cuatro distritos de la capital: siete, ocho, nueve y doce, donde los abanderados ni se han enterado donde están parados.
Difícil para estos candidatos caminar sin AMLO en la boleta y sin logística.